Aunque lo normal es que Windows, como cualquier otro sistema operativo, funcione sin problemas, puede ocurrir, por muchas razones, que en cualquier momento deje de hacerlo. Un malware, un error crítico del sistema, una mala actualización e incluso un simple corte de luz pueden hacer que el PC empiece a funcionar con problemas. Llegados a este punto tenemos dos opciones, la primera sería formatear y reinstalar Windows desde cero, aunque esto, a veces, es desmesurado. Y la segunda, más adecuada, rápida y cómoda, es restaurar el sistema a un estado anterior.
Microsoft lleva muchos años trabajando para que los errores en su sistema operativo no se produzcan, o al menos su número se reduzca al máximo. Pero al mismo tiempo hay que tener muy presente que la complejidad de este software va en aumento a medida que se lanzan nuevas versiones. Además, se añaden nuevas funciones para adaptarse a las últimas tecnologías, lo que provoca un aumento sobre los posibles en riesgos de sufrir errores. Por tanto, es bastante complicado que llegue un momento en el que trabajemos con un sistema operativo totalmente fiable.
Sin embargo, el gigante del software también les ofrece algunas interesantes funciones integradas en su sistema para solucionar estos potenciales problemas. Además, cada vez se requiere menos la interacción del propio , lo que nos facilita mucho las cosas en este sentido.
Hay que decir que, desde Windows XP, todas las versiones del sistema operativo tienen la opción de restaurar el sistema, algo que seguro ya nos ha sacado de más de un apuro en varias ocasiones. A medida que vamos usando el PC y realizando determinadas tareas (por ejemplo, instalar o desinstalar programas, actualizar el PC, realizar cambios en la configuración, etc) el equipo va creando puntos de restauración automáticos. De esta forma, si algo sale mal, en cualquier momento, podemos volver atrás y revertir los cambios para que todo vuelva a funcionar como lo hacía antes.
También, si queremos, podemos crear un punto de restauración manual en cualquier momento. Por ejemplo, antes de realizar alguna tarea concreta en el sistema que pueda dar problemas. Así llegamos a un momento en el que estos puntos de restauración se convierten en elementos básicos a la hora de solucionar problemas graves de Windows en el futuro. Lo más recomendable es automatizar el proceso y que sea el propio sistema operativo el que cree los mismos cuando se produzca algún cambio grande como una actualización.
Muchos son los s que, por falta de espacio, han desactivado esta útil función de Windows. Debemos tener en cuenta que, si desactivamos esta función de Windows, el equipo no hará puntos de restauración automáticos de nuestro equipo, por lo que no vamos a tener la posibilidad de volver a un estado anterior en el que el equipo funciona sin problemas. Si no queremos que estas copias de seguridad ocupen mucho espacio en nuestro PC, lo que podemos hacer es desactivarlas para que se hagan de forma automática, sino manual, es decir, que somos nosotros los que debemos acordarnos de hacer una copia antes de hacer un cambio importante en el equipo, ya sea modificar el registro, instalar o eliminar una aplicación o actualización.
Otra opción que podemos considerar es limitar el espacio que pueden ocupar estas copias de seguridad en el equipo para que no ocupen tanto espacio en el equipo y poder así disfrutar de esta función de forma automática sin tener que estar pendientes de acordarnos de utilizarla periódicamente. También podemos considerar instalar un segundo disco duro en nuestro PC y destinado a que se almacenen los puntos de restauración para así liberar una gran cantidad de espacio de la unidad que gestiona Windows.
Debemos recordar que el proceso de restauración de un punto de restauración solo afecta a programas, librerías y configuraciones del sistema. Los datos personales nunca se eliminarán en el proceso, aunque, por seguridad, se recomienda guardar una copia en otra unidad, por prevenir.
Por descontado esto es algo que alegra a muchos, ya que a pesar de que nos encontremos con un sistema operativo que no podemos arrancar o trabajar con el mismo, podremos restaurarlo sin perder los datos personales. Aquí nos referimos a elementos tan importantes como nuestros documentos de texto, fotos, vídeos, o cualquier otro archivo propio que hayamos creado con el paso del tiempo.
Restaurar el sistema desde MS-DOS o CMD
Antes de ver cómo restaurar el sistema en cada una de las versiones de Windows vamos a ver un pequeño truco que nos puede ser de utilidad en determinadas circunstancias. Pongamos, por ejemplo, que no nos funciona el escritorio y tenemos que lanzar esta herramienta sin poder buscarla en el menú inicio. O que solo podemos abrir el modo a prueba de fallos con símbolo de sistema.
Para ello, lo único que debemos hacer es abrir una ventana de CMD, con permisos de , y ejecutar el siguiente comando:
c:/windows/system32/restore/rstrui.exe