Con el lanzamiento de Windows 10, e igualmente con Windows 11, Microsoft quiso que nunca nadie tuviera que volver a formatear su ordenador. Para ello, introdujo una serie de funciones de recuperación y restauración que, cuando algo va mal, nos permiten restaurar el PC a su estado de fábrica, como recién instalado Windows. Además de no necesitar una partición de recuperación, ahora Windows puede incluso descargar e instalar automáticamente la última versión desde la nube.
Es cierto que parece que el formatear es cosa del pasado. Sin embargo, ¿qué pasa cuando no tenemos la contraseña de del ordenador?
Antes de continuar debemos indicar que, al no tener la contraseña de , Windows solo nos permitirá restaurar el PC borrando todos los datos del disco duro. Por ello, en caso de tener alguna información que queremos recuperar os recomendamos usar un Live-USB de Ubuntu, acceder al disco duro, a la carpeta persona y copiar a una memoria o a otro disco duro los datos que queramos mantener.
Restablecer el PC sin la contraseña de Windows
Si no tenemos la contraseña de Windows, no podemos iniciar sesión en el equipo, como os podréis imaginar. Por lo tanto, tampoco podremos acceder a las opciones de recuperación de Windows para restaurar el PC tal y como vimos en el paso anterior con la aplicación de Configuración.
Sin embargo, debemos saber que hay un pequeño truco que nos permitirá restablecer el PC incluso si no tenemos la contraseña que introducimos en el inicio de sesión. Llegados a este punto lo único que debemos hacer es entrar en las opciones de recuperación de Windows, lo que nos ayuda a solucionar una buena cantidad de problemas con el sistema operativo. Para ello, desde la propia pantalla de inicio de sesión abriremos el menú de apagado (en la esquina inferior derecha de la pantalla) y, manteniendo pulsada la tecla shift, haremos clic sobre el botón de «Reiniciar».
En unos segundos se abrirán estas opciones de recuperación que os mostramos a continuación. Este en un modo que los de Redmond ponen a nuestra disposición básicamente cuando no podemos acceder al sistema operativo por la razón que sea. Esto se suele dar tras el ataque de algún tipo de código malicioso, o tras un problema grave en Windows que no nos permite arrancarlo.
En el caso que nos ocupa, elegiremos la opción de «Solucionar Problemas», y dentro del nuevo que nos aparece, seleccionamos «Restablecer este equipo».



Podremos ver una nueva pantalla donde nos preguntará si queremos mantener nuestros archivos o quitarlos todos. Obviamente, por seguridad, Windows solo nos dejará restablecer el PC eliminando todos los archivos personales si no tenemos la contraseña de .
Ahora solo nos queda seguir el asistente que nos aparece para que el propio Windows borre todos los datos de nuestro PC, reinstale Windows y podamos volver a usar el ordenador, después de configurar una nueva cuenta de durante el asistente de configuración inicial.




Cuando terminemos el asistente de configuración inicial ya tendremos una nueva cuenta de Windows 10, o Windows 11, lista para empezar a usar nuestro PC. Eso sí, debemos tener en cuenta que todos los datos, programas y configuraciones del anterior se habrán eliminado por completo durante este proceso.
Recuperar la contraseña de Windows con cuenta de Microsoft
No recordar el código PIN o el método de autentificación que hayamos establecido en nuestra cuenta de de Windows, no significa que tengamos que perder todo el contenido almacenado en su interior, como si sucede en dispositivos móviles. Microsoft, nos permite recuperar el a nuestra cuenta de Windows utilizando las credenciales de la cuenta de Microsoft asociada a nuestro equipo. Si no utilizamos una cuenta de Microsoft asociada al equipo, las posibilidades de recuperar el al contenido almacenado en el equipo pasan por utilizar aplicaciones para recuperar o eliminar la contraseña de Windows.
Para recuperar el a la cuenta de de nuestro PC, debemos iniciar el ordenador y desde la pantalla de bloqueo, y pulsar en Olvidé mi PIN. A continuación, se mostrará una nueva ventana donde debemos introducir los datos de nuestra cuenta de Microsoft, el nombre de la cuenta de correo y la contraseña. Para realizar este proceso, es necesario disponer de una conexión a internet, ya que la contraseña de nuestra cuenta no se encuentra almacenada en el equipo, sino que en los servidores de Microsoft. Una vez Microsoft ha comprobado que los datos de la cuenta de nuestro equipo corresponden con los que hemos introducido, nos invitará a crear un nuevo método de protección para nuestra cuenta en el equipo.
Si no recordamos la contraseña al utilizarla de forma muy esporádica, podemos pulsar en el botón He olvidado mi contraseña para que Microsoft nos invite a responder a una serie de preguntas para poder crear, a través de un enlace, una nueva contraseña de , ya que no vamos a poder recuperarla.
A partir de este momento, el método utilizado, ya sea código PIN, huella, reconocimiento facial, este será el único método para poder acceder a la cuenta del equipo del que habíamos olvidado el método de . De esta forma, no es necesario restablecer el equipo y perder todos los datos que tuviéramos almacenados junto con las aplicaciones que hasta ese momento se encontraran instaladas en el equipo. Windows no nos permite eliminar la pantalla de bloqueo de inicio, por lo que siempre que sea posible, es recomendable utilizar un código PIN que sea fácil de recordar, pero que no sea la fecha de nacimiento nuestra o de algún familiar, ya que cualquier persona de nuestro entorno, podrá averiguarla fácilmente.
Programas para recuperar o borrar la contraseña de Windows
Como alternativa más radical, también podemos recurrir a programas para recuperar la contraseña de Windows de manera que, con ella, ya podamos iniciar sesión y seguir adelante con la restauración. Estos programas, generalmente, lo que hacen es corromper el fichero donde se guardan las credenciales de manera que, al estar corrupto, es como si no hubiese contraseña. Podemos iniciar sesión dejando el cuadro en blanco.
Ophcrack
Uno de los programas que podemos encontrar para hacer esto es Ophcrack. Este programa basado en rainbow es gratuito, libre y de código abierto, y nos permite crackear los hashes de las contraseñas de Windows, Linux y macOS a través de su interfaz de de manera que podamos intentar adivinarlas. Para ello vuelva y carga las hashes de SAM cifrados recuperados de una partición de Windows y cuenta con un LiveCD disponible para simplificar el craqueo. También cuenta con un módulo de fuerza bruta para intentar adivinarlas, si usamos contraseñas fáciles, y por último con la posibilidad de eliminar la clave. Como cabría esperar se encuentra especialmente diseñado para s avanzados ya que no es especialmente intuitivo no fácil de utilizar.
Offline NT & Registry Editor
Otra alternativa a la que podemos recurrir para este fin es Offline NT & Registry Editor. El principal objetivo de este programa es permitirnos resetear la contraseña de cualquier local de un PC con Windows sin necesidad de conocer la contraseña de este.
Es compatible con todos los Windows desde NT3.5, también con versiones 64 bits y también las versiones de servidor (como 2003, 2008, 2012). A través de su uso no necesitaremos conocer la contraseña anterior para establecer una nueva. Funciona sin conexión, por lo que debemos de apagar nuestro PC y arrancar desde un CD o disco USB para restablecer la contraseña. También cuenta con un editor de registro y otras utilidades de registro que funcionan en Linux/Unix y se pueden usar para otras cosas más allá de la edición de contraseñas.
Kon-Boot
Para los s que no quieren complicarse,
Sin embargo, ¿qué pasa si no podemos iniciar sesión, o si hemos olvidado la contraseña? En ese momento las cosas cambian un poco, pero veamos cómo podemos solventar igualmente esta situación.
¿No podemos restablecer el PC? Toca formatear
Si por el motivo que sea (ya sea por la contraseña, o por alguna otra medida de seguridad que tenga el PC, como cifrado de datos con Bitlocker) no podemos restablecer el PC, entonces tenemos malas noticias. La única salida que nos queda es formatear y reinstalar Windows de cero.
Lo que debemos hacer en este caso es descargar una imagen de la última versión de Windows, ya sea Windows 10 o Windows 11, y grabarla a una memoria USB para proceder con la instalación. Arrancamos el PC con esta imagen, formateamos el disco duro y procedemos a instalar el sistema de cero. Eso sí, debemos tener en cuenta que, con este proceso, perderemos todos los datos que teníamos guardados en el ordenador. Por lo tanto, no vamos a poder recuperar nada de lo que había en la unidad, simplemente darle una segunda vida al PC.
Si lo que tenemos es la BIOS/UEFI protegida por contraseña, y no podemos pasar de ella, lo que vamos a tener que hacer en el PC es un Clear CMOS. Mediante este proceso (que lo realizamos quitando la pila a la placa base durante varios segundos) lo que conseguimos es resetear los datos de fábrica de la BIOS y eliminar cualquier posible restricción. Eso sí, es posible que, al hacerlo, si la partición de Windows tiene cifrado lo perdamos, y, aunque podamos continuar con el boot, tendremos que reinstalar Windows igualmente en el PC.
Hay que tener en consideración que utilizar una contraseña que establecemos directamente en la BIOS de la placa base, añade un plus de seguridad y protección a nuestro ordenador. Sin embargo, debemos guardar la misma en sitio seguro, de lo contrario y si la perdemos o no la recordamos, vamos a tener un serio problema. Esto será especialmente patente si no tenemos ciertos conocimientos avanzados en el funcionamiento de nuestro equipo y de Windows. Se puede dar el caso de que lo perdamos todo, lo que casi nunca será recomendable.
Diferencias entre formatear, restablecer y reinstalar
Aunque muchas veces parece que utilizamos estos términos como sinónimos, en el mundo digital, y concretamente en Windows, sí que difieren bastante unos de otros. Y es que todos ellos van a tener consecuencias diferentes para nuestro equipo y datos, y cada uno se utiliza para resolver problemas distintos.
Formatear consiste en borrar de cabo a rabo una unidad de almacenamiento, como puede ser un disco duro C:, un disco duro externo, una unidad USB, todo dispositivo de almacenamiento puede ser formateado. Elimina TODO el contenido que haya en su interior, además de cualquier partición. Es el método que más utilizamos cuando queremos una limpieza absoluta de nuestro equipo, ya sea porque estamos infectados con un virus grave, porque queremos vender el equipo o porque queremos comenzar de cero para que su rendimiento mejore.
Restablecer el PC es una función que también viene integrada con el PC, pero esta vez solo se puede hacer con Windows 10 y 11. Este método permite que devolvamos el sistema a su estado original, y nos da la opción de conservar nuestros archivos o borrarlo todo. A diferencia del formateo, este sí nos deja salvar nuestros datos. Cuando lo ejecutamos, no borra el disco completamente, pero sí que elimina programas y aplicaciones, configuraciones y reinstala una copia limpia de Windows. Esta es la opción más utilizada si ves que algo anda mal en tu PC pero no quieres perder todos tus archivos o no puedes pasarlos a otro sitio.
Reinstalar Windows es el tercer método de los más utilizados. Con este, puedes conservar también tus archivos si así lo quieres, aunque también podemos acompañarlo de un formateo previo si así lo queremos. Ten en cuenta que es más laxo que un restablecimiento. Y el porqué lo encontramos en que permite cambiar de versión, arquitectura e incluso de idioma. Es el método idóneo si quieres reparar una instalación de Windows que esté dañada.