En muchas ocasiones, ya sea por motivos de trabajo o por ocio, pasamos una buena cantidad de horas sentados frente al PC con Windows. Y nombramos al sistema operativo de Microsoft porque es el más usado en equipos de sobremesa, y con diferencia. Lo cierto es que Windows es un software potente y seguro que lleva con nosotros desde hace años, pero no está exento de problemas.
Cierto es que Microsoft trabaja duro para que esto suceda la menor cantidad de veces, pero no se libra al 100%. Una de las principales razones en la enorme cantidad de PCs diferentes con los que tiene que lidiar. Y es que debemos saber que hay cientos de millones de ordenadores con diferentes combinaciones de hardware de mayor o menor calado. Es por ello que esta firma, presente en la gran mayoría de ellos, tenga ciertos problemas de funcionamiento en ocasiones.
De hecho, se podría decir que es hasta lógico y normal que produzcan algunos fallos o errores al trabajar con Windows en nuestro equipo. En estas mismas líneas os vamos a hablar precisamente de los problemas más comunes y habituales que os vais a encontrar en el día a día con Windows 10. Estos son los que mayor número de reportes tienes por parte de los s a lo largo de los años de vida del sistema operativo.
La instalación del sistema operativo
Hay algunos s que de entrada ya se encuentran con problemas desde el primer momento, es decir, durante la instalación del sistema operativo. Por tanto podemos decir que los hay que empieza a vislumbrar fallos aquí incluso antes de poner en marcha el equipo. De hecho estos problemas de los que os hablamos, se los encuentran aquellos que tienen que actualizar un el que desde una versión instalada de Windows 7 o Windows 8.
Esto generalmente se hace así para no perder los datos que contiene el PC, pero no siempre funciona bien. Podemos probar a hacerlo desde un soporte físico o una memoria USB. Muchas tiendas igualmente nos dan solo el número de licencia que nos acredita como s legales de Windows 10. Por tanto, para instalarlo, podemos bajar la ISO del sistema desde la web de Microsoft. Luego ya podremos activar esa copia con la licencia que hemos comprado, todo con la herramienta de creación de medios a la que accedéis
Cómo evitar problemas en Windows
Estos son algunos de los problemas de Windows más habituales, pero lo cierto es que nos podemos encontrar con muchos más. La lista sería casi interminable, pero lo que sí podemos hacer es tomar ciertas precauciones que nos ayuden en este sentido. Decir que algunos de estos problemas son inevitables ya que son los bugs de Windows 10 que aparecen de forma inesperada.
Pero sean de la clase que sean, tenemos la posibilidad de reducir su aparición con algunos pasos básicos en el mantenimiento de Windows y así evitar problemas. Una de las medidas más importantes, aunque algunos se muestren un tanto reacios, es mantener Windows 10 siempre actualizado. Esto nos puede evitar multitud de fallos y problemas de todo tipo. Hay que saber que si tras una actualización el ordenador sufre algún fallo, es probable que su solución llegue de la misma forma, con otra actualización.
Además, os podemos decir que esto es algo que se hace extensible a controladores o drivers de los que os hablamos antes. De igual modo es interesante mantener actualizados todos los programas instalados, tanto desde sus webs, como desde la Microsoft Store. Igualmente, nunca estará de más mantener Windows Defender, o el antivirus que usemos, al día y escanear el equipo cada cierto tiempo.
Errores y fallos comunes en Windows 11
Windows 10 ha estado muchos años con nosotros y sigue instalado en millones de equipos. Pero otra buena parte de s dio el salto a Windows 11 y los problemas asociados a esta nueva versión son diferentes. Uno de los problemas que más ha traído de cabeza a los s de Windows 11, o al menos a los que han intentado serlo son los requisitos del sistema.
Los requisitos del sistema
Windows 11 exige especificaciones más estrictas, como un procesador compatible de 64 bits, al menos 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento y, sobre todo, la presencia de TPM (Módulo de Plataforma Segura) 2.0 y Secure Boot. Estos requisitos han dejado automáticamente fuera a muchos Pcs y portátiles con algunos años en el mercado, pero que funcionan perfectamente. Incluso aunque no tuviesen mucho tiempo, un pequeño Mini PC de oficina o portátiles sencillo para ofimática, han quedado descartados.
Problemas de arranque
Los clásicos problemas de arranque, retrasos o fallos al iniciar, también pueden aparecer en Windows 11. Este sistema cuenta con un modo eficiente de arranque, pero eso no quita que debamos hacerlo nuestro. Lo mejor sigue siendo controlar todo lo que se carga al inicio. En la barra de búsqueda escribimos “Inicio” y pulsamos en “Aplicaciones de inicio”. Ahí podremos ver todo lo que se carga al iniciar el sistema y podremos desactivar todo lo innecesario que sobrecargue el equipo de manera absurda.
Pantallazos azules
Los famosos y ya entrañables pantallazos azules no han desaparecido en Windows 11, y las causas suelen ser las mismas: controladores desactualizados, hardware defectuoso o conflictos de software. Podemos intentar arreglar la situación iniciando el sistema en modo seguro y usando la «Reparación de inicio» desde la sección de «Solucionar problemas». Windows 11 también incluye el « de dispositivos» y el «Visor de eventos», para poder identificar problemas concretos.