En el mercado podemos encontrar un gran número de equipos informáticos ya montados, equipos destinados a aquellas personas que no tienen los conocimientos adecuados para elegir cuales son los componentes que necesitan y basan su decisión de aprovechando ofertas. Tanto se si trata de un PC montado por piezas, como de un equipo y montado, lo primero que debemos saber es que en el 99% de las ocasiones viene sin sistema operativo.
De esta forma, el final puede elegir cual es el sistema operativo que más le interesa: Windows o Linux. Si tenemos la intención de instalar macOS, la cosa se complica muchísimo, ya que debemos elegir previamente los componentes del equipo que sabemos, a ciencia cierta, que son compatibles con el sistema operativo de Apple para ordenadores de sobremesa y portátiles.
Qué hacer antes de instalar el sistema
Una vez hemos puesto el último tornillo al equipo y hemos comprobado que, aparentemente, funciona, llega el momento de considerar como vamos a pasar la información de nuestro viejo equipo al nuevo, qué necesitamos para instalar el sistema operativo, qué ajustes debemos hacer en la BIOS…
Copia los datos de tu viejo equipo
A no ser que el ordenador que acabas de montar, sea el primero que tocas en tu vida, seguro que en tu antiguo equipo tienes datos que quieres conservar y seguir utilizando en tu nuevo dispositivo. Lo primero que debemos hacer es una copia de seguridad de todos los datos que queremos pasar el nuevo ordenador.
Copia de seguridad en Windows
Windows nos permite hacer copias de seguridad de todos los datos que se almacenan en su interior, copias que únicamente podemos restaurar en el mismo dispositivo, no podemos pasar esa copia de seguridad a otros equipos.
La solución más sencilla y rápida pasa por utilizar un disco duro externo, disco duro externo donde vamos a copiar todos los archivos que queremos conservar. Si tu organización se basa en la estructura que nos ofrece Windows (Documentos, Imágenes, Vídeos) tan solo tenemos que seleccionar los archivos y arrastrarlos a al disco duro externo.
Otra opción, si utilizas una plataforma de almacenamiento en la nube, es sincronizar todos los documentos con la plataforma y esperar a que todos los archivos se hayan subido a la nube. Para volver a restaurar los archivos en tu nuevo equipo, tan solo tienes que instalar la aplicación y esperar a que se sincronicen los archivos. La solución que nos ofrece Mega con 20 GB de espacio es, en la actualidad, una de las mejores disponibles en el mercado, si los 15 GB de Google Drive se nos quedan cortos (al compartir espacio con Google Fotos y Gmail) o si con los 5 tristes GB de OneDrive no tenemos ni para empezar.
Copias de seguridad en Linux
El proceso para hacer copias de seguridad en Linux es exactamente el mismo que en Windows apoyándonos en un disco duro externo que conectaremos al puerto USB del equipo y donde copiaremos todos los archivos que queremos conservar.
Crear un medio de instalación para el sistema operativo
Para poder instalar cualquier sistema operativo, es necesario crear un medio de instalación a través de una imagen ISO del sistema operativo, medio de instalación que realizará todos los pasos para instalar el sistema operativo seleccionado en el nuevo equipo.
Soporte de instalación de Windows 11
Lo primero que vamos a hacer, desde el ordenador antiguo (da igual que no tenga activada la licencia) es descargar la aplicación de Microsoft para crear soportes de instalación de Windows 11 a través de este
Al pulsar en siguiente, debemos seleccionar la opción Borrar disco e instalar Ubuntu. Como el disco duro es nuevo y todavía no tiene formato, el instalador se encargará de crear las particiones necesarias para hacer instalar Ubuntu.
Primeros pasos con el nuevo sistema operativo
Una vez has instalado el sistema operativo, y has copiado todos los archivos que tenías en tu viejo equipo, debemos tratar de mantenerlo como el primer día si queremos que nos dure unos cuantos años. Si quieres que tu equipo dure unos cuantos años sin problemas, más allá de los relacionados con algún problema de hardware, tan solo debemos seguir los consejos que os mostramos a continuación.
Instalar los drivers del equipo
Una de las primeras cosas que debemos hacer cuando instalamos un sistema operativo desde cero es instalar los controladores del PC. Los drivers son esos pequeños programas encargados de que el sistema operativo pueda reconocer, utilizar y exprimir al máximo el hardware del ordenador. Aunque es cierto que Windows tiene muchos drivers genéricos que hacen que los componentes funcionen sin problemas, si realmente queremos sacarle todo el partido al PC nuevo es necesario que instalemos nosotros los controladores.
Hay varias formas de hacer esto. La primera de ellas es desde Windows Update. El propio asistente de actualización de Microsoft tiene una enorme base de datos de controladores que nos permite bajar, y actualizar, los drivers del PC fácilmente, sin tener que hacer nosotros gran cosa. La segunda es recurrir a programas especializados en la descarga, y actualización, de drivers, como el software Driver Booster de IObit. Este programa analiza nuestro ordenador y descarga, de una inmensa base de datos, los controladores oficiales y actualizador para todos nuestros componentes.
Y, por último, y la opción más recomendada, es descargar e instalar los drivers a mano desde las webs de los fabricantes. En el caso de un portátil, por ejemplo, tendremos que ir a su página de soporte, y desde allí podremos descargar todos estos controladores. En el caso de un PC de sobremesa, lo más importante es bajar e instalar el controlador del chipset de la placa base (y de todos los componentes de esta) desde la web de su fabricante, y el driver actualizado de la tarjeta gráfica, ya sea NVIDIA o AMD.
Mantener el software siempre actualizado
Cada nueva actualización, en especial de Windows, va asociada a mejoras tanto de seguridad como de rendimiento. Cuando Windows te invite a instalar una nueva actualización, es recomendable instalarla nada más recibir la notificación.
Dentro de las opciones de configuración, Windows nos permite establecer en que horario queremos que se instalen las aplicaciones para así evitar que durante nuestras sesiones de juegos o mientras estamos trabajando o estudiando, nos queremos sin equipo durante unos minutos.
Instalar un antivirus, o no
Desde su lanzamiento, Windows Defender ha demostrado ser un antivirus más que suficiente para el día a día de cualquier que no centre su actividad en internet en descargar cualquier archivo y que reciba un gran número de correos con archivos adjuntos.
Si no es así y no quieres tener problemas de seguridad en tu equipo, deberías contemplar la posibilidad de comprar un antivirus de pago, o bien, utilizar alguna de las diferentes opciones gratuitas disponibles en el mercado como Avast, AVG y Kaspersky.
Windows Defender es más que suficiente para navegar por Internet, acceder plataformas como Netflix, HBO Max, Disney+ o YouTube, crear documentos de texto, hojas de cálculo… por lo que si este es el uso principal que vamos a hacer con nuestro equipo, realmente no merece la pena invertir dinero en un antivirus de pago y mucho menos confiar en las soluciones gratuitas que no han demostrado ser mejores que Windows Defender.
Elegir bien el software a instalar en el PC
Instalar aplicaciones con la única excusa de probar a ver que hacen, para lo único que sirve es para, con el tiempo, ralentizar el funcionamiento del ordenador. Cada nueva aplicación que se instala modifica el registro del equipo, cambios que, con el tiempo, afectan al rendimiento del dispositivo. Si eliminamos las aplicaciones, las modificaciones que se hayan realizado en el registro se mantienen, por lo que deberíamos cambiar esa práctica y utilizar una máquina virtual si nos gusta probar aplicaciones, pero no queremos que la integridad de nuestro PC se vea afectada.
Si nos gusta instalar aplicaciones para probar a ver qué hace, lo mejor que podemos hacer sin perjudicar al rendimiento de nuestro PC es utilizar una máquina virtual como, por ejemplo, VirtualBox donde instalaremos una versión de Windows 10 o Windows 11 donde probar las aplicaciones. Todo lo que sucede dentro de la máquina virtual, es decir, todos los cambios que se realizan en la máquina virtual de Windows que instalemos, no salen de ahí, por lo que no afectan al rendimiento de Windows. Si borramos la máquina virtual, automáticamente borraremos todos los rastros que hayan dejado de las aplicaciones instaladas.
Configurar copias de seguridad periódicas
Nadie se acuerda de hacer copias de seguridad hasta que el equipo deja de funcionar, el disco duro se estropea, perdemos algún archivo importante…
Ahora que estás estrenando un nuevo equipo, puede que haya llegado el momento de plantearte la posibilidad de tomar un nuevo hábito, un hábito saludable para tu salud mental y que no es otro que hacer copias de seguridad periódicas.
Si no te ves capaz, deberías contemplar la posibilidad de contratar una plataforma de almacenamiento en la nube, plataforma que se encargue de sincronizar automáticamente todos los archivos que se crean con la nube.
De esta forma, si nuestro disco duro deja de funcionar, la única preocupación que vamos a tener es reemplazarlo lo antes posible para seguir trabajando.
Configurar y personalizar el sistema operativo, Windows o Linux
Sea cual sea la opción por la que nos hayamos decantado, el sistema operativo de Microsoft o alguna distribución de Linux, en los tiempos que corren este software nos ofrece multitud de funciones de personalización. De este modo sus máximos responsables nos dan la posibilidad de adaptar sus proyectos a las necesidades de los s. Cabe destacar que esto es algo que se hace extensible tanto a nivel funcional como de aspecto o interfaz de .
Por tanto una vez hayamos instalado el sistema como tal en nuestro nuevo equipo montado por piezas, y este funcionando sin problemas. Deberíamos realizar algunas tareas de configuración. Normalmente estos sistemas operativos nos ofrecen todas las funciones de este tipo disponibles, en una única ventana. Por ejemplo en Windows podemos acceder a la aplicación de configuración a través de la combinación de teclas Win + I.
Aquí nos encontramos con múltiples apartados y subsecciones que nos permiten llevar a cabo cambios tanto en el funcionamiento como en el aspecto del propio Windows. Es importante que vayamos probando todos los parámetros que aquí Microsoft pone a nuestra disposición para adaptar un software en el que vamos a pasar muchas horas al día, a lo que necesitamos.
De este modo podemos llevar a cabo múltiples tareas como las que os vamos a mencionar a continuación:
- Personalizar el aspecto de la interfaz para que nos resulte más cómodo trabajar aquí.
- Crear diferentes cuentas para ver y sus s si otras personas van a utilizar el PC.
- Configurar la conectividad inalámbrica para los dispositivos que vamos a utilizar a partir de ahora.
- Adaptar a nuestras necesidades las funciones de accesibilidad en el caso de que las necesitemos.
- Configurar apartados tan importantes como la autonomía si usamos un portátil, o las notificaciones que nos enviará el sistema operativo.
- Establecer los diferentes permisos que utilizarán los componentes que forman parte de nuestro ordenador.
Evita ciertas descargas y visitas a webs
Uno de los elementos software más importantes y que primero instalamos en nuestro nuevo sistema operativo, es el navegador de Internet. Este es el que nos da al casi infinito mundo de la red para que podamos acceder a todo tipo de información y descargar prácticamente cualquier contenido. Sin embargo, ya que estamos empezando con un nuevo ordenador y al que hemos instalado un sistema operativo desde cero, lo recomendable es tomar algunas precauciones relacionadas con la seguridad.
Así lograremos mantener el sistema operativo relativamente limpio de contenidos no deseados e incluso maliciosos, lo que alargará su tiempo estimado de vida. Básicamente esto quiere decir que deberíamos tener mucho cuidado acerca de los ficheros que descarguemos y almacenemos en las unidades de disco. Esto se refiere tanto a los archivos que descargamos de manera directa, como aquellos que conseguimos a través de las redes P2P usando ficheros Torrent.
Además, y de manera paralela deberíamos tener un especial cuidado con las webs un tanto sospechosas a las que accedemos desde el mencionado navegador de Internet. Y es que con tan solo tomar algunas precauciones básicas logramos que el funcionamiento del sistema sea mucho mejor y nos dure más tiempo antes de volver a hacer una instalación limpia del mismo. De igual modo no debemos prestar atención a los correos con ficheros adjuntos que nos lleguen por correo desde fuentes desconocidas, y no deberíamos conectar memorias USB de las que no tengamos total certeza de que están limpias de malware.
Cómo limpiar el PC por dentro para evitar problemas
Los ordenadores de sobremesa son un sumidero de suciedad y con el tiempo, en su interior, se acumula desde pelusa, hasta polvo, pasando por pelos y todo tipo de objetos que quepan por las ranuras de ventilación. Lo mismo sucede con los portátiles, aunque la mayoría incluyen una especie de rejilla que filtra los residuos de mayor tamaño. Tapar estas rejillas no es la solución ya que estamos evitando que el aire caliente fluya desde el interior al exterior del equipo y que este se pueda enfriar correctamente.
Es recomendable quitar la tapa lateral del equipo y eliminar toda la suciedad que se ha acumulado en su interior. Con el tiempo, la suciedad que se acumula en el interior del equipo afecta al rendimiento y calentamiento del procesador.
