La gran mayoría de los s de PC, en estos momentos ya usan alguna de las versiones de Windows 10. Es recomendable utilizar la más reciente, pero hay varias de estas que aún reciben soporte oficial por parte de la firma de Redmond.
Esto se traduce en realidad en que aún reciben actualizaciones, por lo que se renuevan y además están convenientemente protegidas. Además, la mayoría de los s trabaja en su día a día en un Windows 10 con su correspondiente clave de registro para así no tener problemas. Pero a pesar de ello, en ocasiones nos podemos encontrar con algún pequeño inconveniente a este respecto, como os vamos a mostrar a continuación.
Os decimos esto porque en el caso de que hayáis cambiado recientemente algún componente hardware importante del PC, es probable que ahora haya una marca de agua en la esquina inferior derecha de la pantalla. La misma nos indica que necesitamos activar Windows 10 o Windows 11, cuando en realidad ya lo hicimos en su momento. Cierto es que esto es algo que no afecta en absoluto al rendimiento del equipo. De igual modo no impide que hagamos un uso normal del equipo, como hasta ahora. Pero lo cierto es que se puede convertir en algo un tanto molesto.
Qué es la activación de Windows
Es por ello por lo que en estas mismas líneas os vamos a enseñar a eliminar esa marca de agua de activación a la que nos referimos. De lo contrario seguirá ahí de forma permanente. Antes ce nada os contaremos que la activación de productos de Microsoft es una tecnología DRM o istración de derechos digitales que hace las veces de certificado de autenticidad. En realidad, funciona transmitiendo datos a Microsoft acerca de la configuración del hardware de nuestro PC.
Al mismo tiempo vinculando la copia del software del sistema, a un equipo específico. En este caso, el software en cuestión es el mismo Windows 10. Además, Microsoft utiliza esta misma activación de productos en varios de los suyos, como sucede con Office. La idea detrás de todo ello es prevenir la piratería de software. Pero con todo y con ello los hay que piensan que todo esto de la activación de productos hace poco para detener dicha piratería.
Aquí nos desplazamos hacia la parte inferior y hacemos clic en la casilla de Quitar imágenes (cuando sea posible). Ya solo nos queda hacer clic en Aplicar y posteriormente en Aceptar. Después de esto, no deberíamos encontrarla marca de agua en el escritorio.
Podríamos decir que quizá este es el método más sencillo y efectivo para eliminar la marca de agua de estas versiones preliminares del sistema operativo. El problema es que no siempre funciona este método y en ocasiones, a pesar del cambio que hacemos en el de control, no conseguimos que este elemento desaparezca de una vez por todas.
Usa Universal Watermark Disabler
Otra forma sencilla de eliminar la marca de agua de Copia de evaluación en Windows es usar Universal Watermark Disabler, una aplicación gratuita desarrollada por terceros que se encarga eliminar todo tipo de marcas de agua. La podemos descargar gratis, pero antes de usarla es conveniente hacer una copia de seguridad de todos nuestros datos ya que reemplazará archivos del sistema, por lo que a veces puede llegar a causar problemas de estabilidad.
Ahora debemos de extraer el archivo .zip a la ubicación deseada. Abrimos la carpeta extraída y hacemos clic derecho en el archivo UWD.exe y elegimos Ejecutar como . Esto iniciará la aplicación por lo que solo debemos hacer clic en Install para continuar con el proceso de instalación. Una vez terminado debería eliminar la marca de agua nuestro ordenador con Windows.
Esta es una pequeña herramienta gratuita que permite eliminar todo tipo de marcas de agua en las más recientes versiones de Windows. Comenzó su andadura en Windows 8 y desde entonces ha recibido diversas actualizaciones para adaptarse a los nuevos lanzamientos por parte del gigante del software. Debemos tener en cuenta que nos encontramos ante una sencilla interfaz de que además tendremos la posibilidad de configurar en varios idiomas.
También es importante tener en consideración que para eliminar estas marcas de agua a las que nos referimos, no hacer modificaciones en los propios archivos del sistema operativo. Esto quiere decir básicamente es que no tenemos la posibilidad de que dañe el software ni afecte a su funcionamiento de forma negativa.
Eso sí, debemos de tener en cuenta que la marca de agua puede volver a aparecer cuando actualice su versión de Windows a la última disponible. En este caso Debemos ejecutar Universal Watermark Disabler nuevamente para eliminar la marca de agua. Las limitaciones asociadas a utilizar una copia de Windows sin activar no van a desaparecer haciendo uso de esta aplicación, una aplicación que lo único que hace es eliminar la marca de agua temporalmente, nada más, sin activar la copia de Windows, hasta que volvamos a actualizar el equipo.
Utiliza un fondo de pantalla blanco
El método más sencillo y rápido para eliminar la marca de agua tanto de Windows 10 como de Windows 11 en las versiones que han sido activadas, pasa por utilizar un fondo de pantalla blanco. De esta forma, la marca de agua se confundirá con el fondo de pantalla y dejará de ser tan visible.
Eliminar la marca de agua que se muestra en Windows, únicamente afecta a la estética de nuestro equipo, a nada más. Si la eliminamos haciendo uso del registro o con aplicaciones de terceros, el sistema seguirá sin estar activado, por lo que vamos a seguir sin poder acceder a las opciones de configuración.
Sin embargo, debemos tener en consideración que en ocasiones podemos tener problemas a la hora de llevar a cabo este cambio. La principal razón de todo ello es que una de las restricciones más importantes que tenemos al usar un Windows sin activar, es la limitación a la hora de personalizar el sistema operativo. Como no podía ser de otro modo aquí entra en juegos el cambio de fondo que os mencionamos para deshacernos de la marca de agua. Pero claro está, si no podemos modificar este apartado de manera convencional, tampoco podremos eliminar esta marca que aparece de manera constante en el escritorio de Windows.
A su vez no se puede decir que cambiar el fondo de pantalla para eliminar esta marca de agua sea el método más limpio ni efectivo del que podemos echar mano. Anteriormente os hemos hablado de otros sistemas más efectivos a la vez que sencillos para llevar esto a cabo.
¿Qué ocurre si Windows no está activado?
Eso sí, algo que debemos tener en cuenta es que la eliminación de la marca de agua no activa la copia de Windows. Por tanto, al no estar activo el sistema, tendremos algunos problemas funcionales con el mismo. Por ejemplo, no podremos cambiar el fondo del escritorio del software. Al mismo tiempo es posible que empecemos a recibir notificaciones cada cierto tiempo que nos recuerden que debemos activarlo.
Por el momento, aunque no tengamos Windows activado, el sistema funciona más o menos igual, excepto algunos temas de interfaz. Esto incluye recibir actualizaciones y parches de seguridad, pero esto es algo que puede cambiar en cualquier momento, con los riesgos que todo ello conllevaría.
Cómo conseguir un Windows ya activado con este truco
Este sistema operativo de Microsoft es el que de forma habitual nos llega en la mayoría de los equipos de sobremesa y ordenadores portátiles desde hace años. Ya os hemos mencionado que tenemos la posibilidad de descargar su imagen ISO desde la página oficial de Microsoft de forma totalmente legal pero con ciertas restricciones de uso. Lo que realmente pagamos aquí es la clave o licencia que activa el sistema operativo como tal, por lo que si no disponemos de la misma, veremos una molesta marca de agua de manera constante en el escritorio del software.
Una de las maneras de conseguir un sistema operativo de estas características activo y plenamente funcional es si lo recibimos junto a un nuevo equipo. Con esto realmente lo que os queremos decir es que tenemos la posibilidad de disponer de un Windows activado de manera sencilla en el caso de que de forma paralela nos estemos planteando cambiar de ordenador porque el actual se ha quedado antiguo. Y es que debemos tener en consideración que en la mayoría de las ocasiones al adquirir un PC, ya sea en una tienda o en el mercado de segunda mano, normalmente suele llegar con el sistema operativo Windows activado y preinstalado.
Cómo os podéis imaginar en el caso de que se trate de un ordenador nuevo, el fabricante del equipo apagado por esa licencia del sistema operativo a la propia Microsoft. Por tanto de un modo u otro, lo especifique o no en el precio del equipo, nos la estará cobrando. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones pagamos bastante menos por esta clave y así disponer de un Windows activado, que si la adquirimos nosotros por nuestra cuenta. De igual modo este modus operandi nos puede resultar muy útil en el mercado de segunda mano, ya que la mayoría de los ordenadores disponibles aquí ya incluye en su propio Windows preinstalado y funcionando.
¿Y si instalo Windows con una clave genérica?
Lo más común es que cada tenga su propia clave de Windows. Sin embargo, desde siempre, Microsoft ha proporcionado a los s una serie de claves genéricas, que podemos encontrar fácilmente en Internet, que nos sirven como legales para instalar Windows. Estas, en un principio, nos permiten continuar con el proceso de instalación y de activar Windows. Pero, con el tiempo, volveremos a tener un Windows sin activar.
Esto se debe a que las claves genéricas de Windows simplemente nos activan una versión de prueba del sistema operativo. Esta versión puede durarnos unos días (15, o 30, por ejemplo), y pasado ese tiempo, nuestro Windows volverá a estar desactivado. Además, no podremos volver a usar estas claves genéricas para activar el sistema de nuevo, por lo que tendremos que aprender a convivir con la marca de agua y, además, con las otras limitaciones que vamos a ver a continuación.
En realidad, con esto lo que os queremos decir es que el uso de las claves genéricas que encontramos habitualmente en internet no es la mejor solución. Aunque en un principio las mismas puedan parecer muy útiles y nos resuelvan el problema de trabajar con un Windows desactivado, con el tiempo veremos qué son inútiles, al menos en la mayoría de los casos. Por tanto, si vamos a trabajar con sistema operativo de Microsoft de manera constante, ya sea de forma profesional o doméstica, os recomendamos adquirir una licencia a través de alguna fuente oficial.
Límites de Windows sin activar
Windows 10 y Windows 11 no son tan radicales como Windows XP o 7 a la hora de usar el sistema sin activar (donde no podíamos hacer absolutamente nada) y nos permiten utilizar el sistema operativo de forma habitual limitando las opciones de configuración, lo que, para muchos s, puede ser más que suficiente.
Lo primero que nos capa Microsoft es la personalización. No podremos cambiar el tema del sistema operativo, ni el fondo de pantalla. Ni el cursor. Ni las fuentes. Nada que esté relacionado con la personalización y estética de Windows.
Otro de los aspectos que nos limitará un Windows desactivado es el poder usar los servicios de Microsoft. Concretamente, el sistema operativo nos bloqueará la función de sincronización de ajustes entre dispositivos, por lo que los cambios que hagamos en este PC no se reflejarán automáticamente en los demás, ni al revés.
Por lo demás, el resto de las funciones y características son totalmente funcionales. Con todo y con ello y tal y como os comentamos antes, si vamos a hacer un uso intensivo y constante de Windows, lo más recomendable es adquirir alguna licencia por medio de vías oficiales. Toda esta información es valida cuando hablamos de un entorno del hogar, es decir, a nivel de . La cosa cambia si estás es una empresa, ya que la propia Microsoft avisa que e ese caso se podrían tener sanciones legales con las copias no activadas.