Hasta hace relativamente poco tiempo, comprar una impresora era algo bastante habitual. Tenían unos precios tan económicos que compensaba comprar una nueva impresora cada vez que se agotaban los cartuchos de tinta. En la actualidad podemos comprar una impresora medianamente decente por unos 50 euros sin temor a que se nos rompa a las primeras de cambio o a que los cartuchos se queden rápidamente siempre y cuando la utilicemos habitualmente (la tecnología no hace milagros). Si no se trata de una impresora Wi-Fi sino que se encuentra conectada a un PC, para que el resto de las personas de nuestro entorno pueda hacer uso de ella, debemos compartir la impresora en red.
Las impresoras con conexión Wi-Fi, funcionan de forma independiente, es decir, que no necesitan estar conectadas a un ordenador y que este esté encendido en todo momento para poder ser utilizada por el resto de los equipos que forman parte de una red. Eso, estas impresoras son más caras que las que se conectan por cable USB a un ordenador, y las podemos colocar en cualquier lugar de la casa, ya que se conectan a los equipos a través de la señal Wi-Fi. Si la impresora no puede conectarse a una red Wi-Fi, por el motivo que sea, podemos conectarla a un PC a través del cable USB así compartirla con el resto de los ordenadores conectados, sin embargo, pierde la principal ventaja de este tipo de impresoras.
Compartir una impresora en red
Windows, por defecto, tiene desactivado el uso compartido de archivos, carpetas e impresoras en Windows 10 y en Windows 11, tanto en redes públicas (cualquier red a la que nos conectemos) como en redes privadas (la red de nuestro domicilio o trabajo, por ejemplo). Cuando conectamos un PC a una red a través de un cable Ethernet, por defecto, el tipo de red que se le asocia es Privado. Cuando nos conectamos a una red inalámbrica cualquiera, en el momento de establecer la conexión, Windows nos preguntará de que tipo de red se trata: Pública o Privada. Dependiendo del tipo de red que se trate, Windows aplicará una configuración u otra basándose en el tipo de red.
Activar la detección de redes
Una vez tenemos claro el funcionamiento de las redes y los diferentes tipos de conexiones, lo primero que debemos hacer es acceder al Explorador de archivos y, en la columna de la izquierda, pulsar en Red. Al estar desactivada el uso compartido, en Windows nos mostrará un mensaje en el que nos invita a activar la detección de redes y el uso compartido de archivos. Pulsamos sobre el banner de color azul y seleccionamos la opción Activar la detección de redes y el uso compartido de archivos.
La IP de la impresora, se encuentra en la sección Información para solucionar problemas, concretamente en el apartado Dirección IP. Esos cuatro números separados por puntos representan la dirección IP de la impresora dentro de nuestra red y es el número que debemos introducir el apartado Agregar una impresora con una dirección IP o un nombre de host.