Lo más normal es guardar todos los archivos en nuestro ordenador de manera normal, sin cifrado ni ninguna otra medida de protección adicional. Si nuestro ordenador está correctamente protegido, estos datos estarán seguros, ya que nadie podrá acceder a ellos. Sin embargo, si alguien logra acceder a nuestro ordenador, toda esta información quedará comprometida. Lo mismo ocurre si decidimos enviar un archivo por Internet a otra persona o guardarlo en la nube. Si no usamos nada para encriptar o cifrar los archivos, cualquiera que consiga acceder a él podrá tener a todo su contenido sin ningún impedimento.
Estamos en un momento en el que, principalmente debido al extendido uso de internet, debemos proteger al máximo toda la información personal que almacenamos en el PC. Para ello, tenemos la oportunidad de tomar ciertas medidas de precaución para evitar o al menos poner complicado, el a nuestros ficheros más privados y personales. Por ejemplo, un método muy útil a la vez que preciso es la inscripción o cifrado de los mismos, tal y como os vamos a mostrar a continuación.
Cifrar archivos: la mejor forma de proteger nuestros datos
Cifrar, o encriptar, un archivo es convertir todo el contenido del fichero (ya sea una foto, un documento, o el tipo de archivo que sea) en otro contenido generado a partir de un algoritmo de manera que quede ilegible e imposible de comprender. De esta manera, si alguien intenta abrir el archivo y no tiene la contraseña (o clave de descifrado) correspondiente, no podrá acceder al contenido original.
En la mayoría de las ocasiones, cuando nos disponemos a encriptar ficheros en un ordenador, solemos usar el cifrado por bloques tipo AES. También conocido como Advanced Encryption Standard, nos referimos a un formato de cifrado simétrico cuyo algoritmo cifra los archivos con una contraseña que posteriormente se usa para el descifrado. Esto es algo que podemos utilizar tanto para ficheros individuales, como para todo el contenido de determinadas carpetas o incluso para unidades de disco en su totalidad.
De ahí que todo aquello que previamente hayamos encriptado o cifrado más adelante, necesitará de una clave para poder descomprimir todos esos contenidos.
Podemos encontrar dos tipos diferentes de cifrado. El cifrado simétrico (más rápido y cómodo), en el que la clave de cifrado y descifrado es la misma, y el cifrado asimétrico (más seguro), en el que se utilizan dos claves diferentes, una para el cifrado (pública) y una para el descifrado (privada).
Ya os comentamos antes que el método de cifrado más utilizado en todo el globo es el llamado AES. Cabe mencionar que una de las principales características que definen a este método y qué lo diferencia de otros muchos, es que el mismo cifra los datos en un solo bloque. Llegados a este punto cabe mencionar que otros sistemas similares llevan a cabo este cifrado en forma de bits de datos individuales. Asó, los tamaños de ese bloque determinan el nombre de cada tipo de datos AES, que son los siguientes:
- AES-128: cifrado con bloques de 128 bits.
- AES-192: cifrado con bloques de 192 bits.
- AES-256: cifrado con bloques de 256 bits.
Además de estos, también existen muchos otros algoritmos de cifrado, cada uno con sus propias ventajas y características, y con sus propios hándicaps. Pero, hablando de cifrado para el día a día, para la inmensa mayoría de los s, AES es el más extendido. Y, al fin y al cabo, si optamos por el de 256 bits, el grado de cifrado es militar, prácticamente irrompible hoy en día.
Mejores programas para encriptar o cifrar archivos en Windows
Debemos tener en consideración que Internet forma parte importante de la vida de muchos s en estos instantes. Esta es una de las principales razones por las que compartimos todo tipo de archivos y carpetas online a través de diferentes vías. De ahí, precisamente, que los atacantes están ojo avizor en todo momento para intentar hacerse con estos contenidos que compartimos online. Lo cierto es que las plataformas que utilizamos para este tipo de cometidos nos ofrecen sus propios sistemas de seguridad. Un claro ejemplo de todo ello lo encontramos con el habitual correo electrónico. Sin embargo, en determinadas circunstancias también es recomendable que nosotros tomemos nuestras propias precauciones, como sucede, por ejemplo, con el cifrado de los archivos que podemos llevar a cabo fácilmente.
Cifrar a mano es una tarea casi imposible hoy en día. Por ello, si queremos proteger nuestros datos y evitar que caigan en manos de personas no autorizadas, debemos recurrir a programas especializados para este fin, como los que vamos a ver a continuación.
BitLocker, el programa para cifrar datos más popular
Podemos descargar una versión de prueba a través de su página web. Si queremos aprovechar todas las funcionalidades de la aplicación y sin limitación de tiempo, debemos comprar una licencia, licencia que tiene un precio de 29,95 dólares. También tenemos la opción de contratar una suscripción para probar si realmente cubre nuestras necesidades antes de comprarla.
GNUPG, para cifrar y firmar los datos más importantes
Sin duda, el mejor programa para los más paranoicos. GNUPG es una implementación completa de OpenPGP que nos permite cifrar y firmar nuestros datos más importantes, o las comunicaciones que realizamos a través de Internet, de manera que podamos proteger nuestros datos y, lo más importante, tenerlo todo siempre bajo control.
Esta herramienta es compatible con una gran cantidad de algoritmos de cifrado, permite cifrar archivos individuales y unidades completas, y lo más importante, se trata de una herramienta de código abierto en constante desarrollo, por lo que usarla nunca ha podido ser más sencillo.
Su principal problema es que está diseñada para utilizarse desde la línea de comandos, CLI, lo que echa para atrás a muchos s. En cambio, existe una gran cantidad de interfaces, o frontends, que nos facilitan al máximo poder trabajar con ella con teclado y ratón.
Podemos acceder a la web principal de GPG desde este enlace. Y, si queremos, en la sección de descargas encontraremos GUIs recomendadas para otros sistemas operativos, como es el caso de GPG4Win, la implementación de GNUGPG para Windows.
¿Cuál es la mejor opción?
Desde nuestro punto de vista, salvo que tengamos necesidades especiales, lo ideal es usar BitLocker. Se trata de una herramienta, que viene incluida en el propio sistema operativo, y que nos va a permitir ocultar de los ojos de cualquier extraño toda la información que no queramos que vean. Una herramienta muy sencilla de usar y que, cada vez más, viene activada por defecto en los equipos con Windows para aplicar una capa de protección a todos los datos.
Si por el motivo que sea BitLocker no nos acaba de convencer, cualquiera de las otras herramientas, siempre que utilice algoritmos seguros, nos valdrá. Por ejemplo, nuestra recomendación es apostar por VeraCrypt, sucesora espiritual de TrueCrypt. Este programa, totalmente gratuito, de código abierto, y muy auditado, nos ofrece una seguridad militar avanzada para todos los datos. Aunque al principio puede resultar algo confusa, si le damos una oportunidad tendremos un programa muy potente, seguro y fiable para proteger todos aquellos datos que no queremos que caigan en malas manos.