Aunque siempre podemos recurrir a las memorias USB externas para pasar datos de un ordenador a otro, si ambos están conectados al mismo router, dentro de la misma red local, la forma más rápida y sencilla para compartir los archivos es hacerlo a través de esta LAN. Todos los sistemas operativos son capaces de compartir archivos en red con otros s y equipos conectados a la misma. Sin embargo, desde la eliminación del Grupo Hogar de Windows 10, y de Windows 11, la cosa se ha complicado un poco.
El Grupo Hogar de Windows era una característica que nos permitía conectar dos o más ordenadores entre sí dentro de la misma red local sin apenas configuraciones. Simplemente completando un pequeño asistente e introduciendo el código de seguridad en cada uno de los equipos podíamos tener los ordenadores comunicados entre sí. Además, podíamos compartir todo tipo de fotos, audio, vídeo y documentos entre ellos sin tener que realizar ninguna configuración y sin gestionar permisos ni s.
Microsoft eliminó el Grupo Hogar de Windows 10 en 2018, y desde entonces la única forma de compartir archivos en LAN es hacerlo a mano a través del protocolo SMB de Windows.
Aunque no es complicado de configurar, los s que no tienen experiencia sí pueden encontrarse con alguna pequeña complicación. Por ello, en este artículo vamos a explicar paso a paso todo lo que necesitamos, y cómo hacerlo, para poder compartir archivos con los demás ordenadores conectados a la misma red.
Requisitos a tener en cuenta
Aunque algunos de estos requisitos no son obligatorios, os recomendamos cumplirlos todos para no tener problemas de compatibilidad de ningún tipo. Por ejemplo, si no estamos utilizando Windows, puede que el otro sistema operativo esté usando una versión de SMB anterior a la nuestra (como SMB 1, vulnerable además a BlueKeep), y al estar esta versión deshabilitada en Windows no podremos comunicarnos con el otro PC.
Lo primero que debemos tener es Windows instalado, ya sea la versión 10 o la versión 11, en ambos ordenadores. A ser posible actualizado a la última versión para que no haya ningún problema de compatibilidad.
Además, por supuesto, los dos ordenadores deben tener configurada una dirección IP dentro de la misma red, ya que de lo contrario no podrían comunicarse entre sí. También se recomienda que ambos ordenadores tengan el mismo grupo de trabajo configurado para poder comunicarse entre sí más fácilmente y, además, poder compartir otros recursos, como impresoras.
Por último, por seguridad, se recomienda que ambos ordenadores tengan protegida su cuenta con una contraseña segura, evitando así que intrusos puedan acceder a los datos compartidos.
Por seguridad: cómo deshabilitar SMB 1.0/CIFS
Lo normal es que Windows utilice las versiones 2.0 o 3.0 de SMB. Estas versiones tienen soporte y, a día de hoy, son seguras. Sin embargo, por motivos de compatibilidad, Microsoft sigue incluyendo en su sistema operativo la versión 1.0 de este protocolo. Y eso es un peligro. SMB 1.0 tiene graves vulnerabilidades y fallos de seguridad que pueden poner en peligro la seguridad de nuestro ordenador. Incluso hay amenazas muy conocidas, y peligrosas, que se aprovechan de este problema de seguridad para poner en jaque nuestros sistemas.
Por ello, si no hacemos uso de esta capa de compatibilidad, lo mejor que podemos hacer es deshabilitarla de Windows, para ganar en seguridad. Podemos deshabilitar esta función abriendo una ventana de PowerShell y ejecutando el siguiente comando:
Disable-WindowsOptionalFeature -Online -FeatureName smb1protocol
Tras reiniciar el ordenador, la versión más vieja de SMB se habrá desactivado, y ya no correremos riesgos al usarla. Para comprobar si la tenemos habilitada o no, el comando que debemos ejecutar es:
Get-WindowsOptionalFeature –Online –FeatureName SMB1Protocol
También podemos deshabilitar el uso de este protocolo tan obsoleto desde agregar o quitar características. Para ello, lo que debemos hacer es abrir dicha ventana, desde el propio buscador de Windows, y localizar la siguiente entrada en la lista:
Si hacemos clic sobre «Compartir» podemos ir de nuevo a la ventana de configuración de s y permisos. Muy útil si queremos añadir o eliminar s para que no puedan acceder a nuestros datos a través de la red.
Si pulsamos sobre «Uso compartido avanzado» podremos ver otras opciones útiles sobre la función de compartir archivos en red.



Desde estas ventanas podemos cambiar el nombre al recurso compartido, cambiar el número de s simultáneos que podrá conectarse a la vez a la carpeta, añadir comentarios (para otros s) y cambiar los permisos específicos de la carpeta y lo relacionado con la caché.
Lo de la caché es importante, por ejemplo, ya que podemos hacer que los demás s puedan tener la carpeta compartida disponible sin conexión, siempre sincronizada.
Cómo istrar y dejar de compartir carpetas y archivos
Puede que con el paso del tiempo vayamos acumulando carpetas y recursos compartidos que, sin darnos cuenta, están ralentizando la red e incluso haciendo que compartir archivos sea una tarea caótica.
Para solucionar este problema es recomendable de vez en cuando repasar todos los recursos compartidos. Así podremos controlar sus controles y s y, si algo ya no es necesario, eliminarlo. La mejor forma de hacerlo es desde el de istración de equipos.
Ver y dejar de compartir carpetas
Para acceder a él simplemente escribimos en la barra de búsqueda de Cortana «compmgmt.msc». Se nos abrirá una ventana como la siguiente. También podemos acceder a este mismo apartado tecleando su nombre en el cuadro de ejecución del sistema. Para acceder a este no tenemos más que hacer uso de la combinación de teclas Win + R. Hay que tener en cuenta que este apartado de Windows nos permitirá ver de primera mano aquellos recursos que tenemos compartidos, o no, con otros s sin margen de error.
Como podemos ver, aquí nos aparecen todos los recursos compartidos en red que tenemos en nuestro ordenador, todo ello desde una única interfaz. Si pulsamos con el botón derecho sobre cualquiera de ellos aparecerá un menú con las distintas opciones que tenemos disponibles en este apartado.
Si elegimos «Propiedades» podemos ver todas las opciones de personalización y configuración de la carpeta compartida, los permisos de los s y las distintas opciones de seguridad. Esto es algo que será especialmente útil a los s avanzados o a los es de red de una empresa, por ejemplo.



Otro de los puntos que más nos interesa de este es la posibilidad de dejar de compartir recursos a través de la red. En el menú que aparece al pulsar con el botón derecho nos aparece una opción llamada «dejar de compartir».
Hacemos clic sobre esta opción y confirmaremos la opción que nos aparece. De este modo nos aseguramos de que aquellas carpetas y contenidos que teníamos compartidas dejarán de estarlo a partir de ahora.
Listo. Ahora podemos acceder a estas unidades directamente alojadas en red directamente desde la red local.
Consejos de seguridad antes de compartir en LAN
Compartir archivos en LAN nos puede ayudar a ahorrar tiempo. Pero también es peligroso si no tenemos cuidado. Por ello, es necesario seguir una serie de consejos que nos ayuden a proteger tanto nuestro ordenador como nuestros datos.
Algunas de estas recomendaciones son:
- Nunca compartir datos en redes públicas. Cualquiera podría conectarse a nuestro ordenador y acceder a todos los datos. Incluso llevar a cabo ataques informáticos para romper la seguridad de nuestra cuenta. Aunque Windows se encarga de modificar el funcionamiento del equipo a la hora de compartir carpetas y archivos, debemos seleccionar la conexión a internet como pública y no como privada para que el sistema operativo pueda hacer su trabajo cuando no estamos utilizando una conexión a internet de confianza.
- Mantén Windows actualizado y los protocolos a la última versión. Recordamos las vulnerabilidades de SMB que pusieron en jaque la seguridad informática a nivel mundial. Para evitar problemas es necesario tener siempre los últimos parches.
- Un antivirus nunca está de más. Gracias a él podremos evitar que una persona nos cuele malware en el PC. En un principio con Windows Defender es más que suficiente, aunque también podemos optar por otros antivirus que ofrecen, por ejemplo, servicios VPN y sandbox, funciones no disponibles en Microsoft Defender.
- Usar una contraseña robusta en Windows. Además de los permisos bien configurados, como hemos explicado, es recomendable usar una buena contraseña que no pueda ser adivinada fácilmente ni mediante fuerza bruta.
Además, queremos hacer especial hincapié en el tema del cifrado. Os recordamos que las las conexiones FTP, por ejemplo, viajan por la red sin estar cifradas, por lo que cualquier persona interesada podría interceptarlas. También recuerda que SMB, aunque se puede usar en WAN, es mucho mejor tenerlo solo para dentro de la red local, por lo que pueda pasar.
Solucionar problemas al acceder a archivos compartidos
Cuando compartimos una carpeta o una impresora, existe la posibilidad de que no podamos acceder a los archivos debido a un problema al traducir el nombre del ordenador a una dirección T/IP o cambiar el perfil de red a privado. Veamos cómo poder solucionarlo
Use la dirección IP en lugar del nombre del PC
Para determinar la dirección de red del dispositivo para reemplazar el nombre del ordenador en la ruta para poder acceder a los recursos compartidos, debemos de acceder a Configuración pulsando Windows + I. Posteriormente accedemos a las propiedades de la conexión Ethernet o WiFi que estemos usando y apuntamos la dirección IPv4 actual.
Una vez que completados los pasos, los s deben poder acceder a los archivos e impresoras compartidos desde cualquier PC en la red local. De esta forma, Windows se encarga automáticamente de proteger los datos compartidos de los s cuando se conectan desde conexione públicas, conexiones donde cualquier persona con podría acceder a nuestros datos compartidos. Sin embargo, la descripción es algo engorrosa, y que se recomienda el perfil de red Público cuando estamos conectados a una red Wi-Fi en casa o en el trabajo, además de en un lugar público, cuando los riesgos son claramente diferentes.
Otros problemas al compartir en LAN
No es complicado encontrarse con otros problemas al compartir archivos en una red LAN. En la mayoría de los casos la solución es sencilla, pero puede ser complicado dar con ella a la primera. La configuración de la red, los permisos, el firewall o algo relacionado con le hardware, suelen ser los motivos principales.
Uno de los errores más habituales es cuando aparece el mensaje: «No se encuentra el equipo en la red». El motivo suele ser que los dispositivos no están correctamente conectados a la misma red o hay un fallo en la resolución de nombres. Lo que podemos hacer en este caso es verificar si el ordenador tiene la dirección IP 192.168.1.10, el otro debería estar en el rango 192.168.1.X. Es fácil saberlo ejecutando el comando ipconfig en el símbolo de sistema de Windows y revisando la dirección IPv4.
Si comprobamos que las IPs son compatibles, el siguiente paso es probar a hacer un “ping” desde un equipo a otro. Si no hay respuesta, es posible que el firewall esté bloqueando el puerto 445 usado por SMB. Para evitarlo iremos a de control > Sistema y seguridad > Firewall de Windows > Reglas de entrada y asegúrate de que el «Uso compartido de archivos e impresoras (SMB-In)» esté habilitado.
Otro problema es encontrarnos con el mensaje “ denegado”, que aparece en pantalla al intentar entrar en una carpeta compartida. El motivo suele ser relacionado con permisos mal configurados o creenciales incorrectas. Una vez más, podemos poner solución revisando que el con el que intentas acceder tiene permisos asignados, en el equipo que comparte, dentro de Propiedades > Compartir > Uso compartido avanzado.
También es normal experimentar lentitud cuando se transfieren los archivos. Es algo que puede resultar desesperante, sobre todo en archivos grandes. La razón puede ser una red Wi-Fi saturada o a un router con poca capacidad. Una solución rápida, si es posible, es conectar los equipos mediante un cable Ethernet. También chequear y detener todos los programas que estén consumiendo mucho ancho de banda como descargas de algún tipo, juegos o actualizaciones.
Comprobar el uso y permisos de los archivos
Sin duda alguna esta funcionalidad si trabajamos con una red local con varios equipos todos ellos funcionando a través de Windows, es muy útil tanto en entornos personales como más profesionales. Pero también es cierto que lo más recomendable es llevar a cabo una buena configuración de la red desde el principio para así poder gestionar todos los equipos que forman parte de la misma y sus contenidos de manera eficiente.
Con todo y con ello en ciertas ocasiones nos podemos encontrar con determinados problemas puntuales o generalizados a la hora de llevar a cabo estas tareas. De ahí que también deberíamos vigilar bien el uso que se está haciendo de los contenidos que deseamos compartir en esos momentos, ya que por ejemplo pueden ser ficheros que están abiertos por otros s y no nos damos cuenta.
Por otro lado hay determinados archivos y carpetas importantes y protegidos podemos compartir y pensamos que se trata de un error. Cuando en realidad es una medida de protección que ha tomado ya sea el de la red local o el propio sistema operativo. Un ejemplo de todo ello lo encontramos en los archivos que forman parte del propio Windows y que bajo ningún concepto deberíamos poder manejar ni a nivel local ni en red.
Además hay determinados s que quieren proteger sus contenidos almacenados en las unidades de disco modificando las propiedades por defecto de esos archivos. Básicamente esto quiere decir que si intentamos copiarlos o moverlos a nuestro ordenador, el proceso nos dará error. Claramente no es por culpa de los protocolos o configuraciones de la LAN, sino que otros s de la misma nos están bloqueando.