Hay vida más allá de los productos de Microsoft. Y no hablamos solo de Windows, sino también de su suite ofimática. Microsoft Office es la suite de programas (Word, Excel, PowerPoint, etc) más utilizado en todo el mundo. Pero también es uno de los programas más caros que podemos comprar para uso doméstico. Esto hace que muchos s busquen alternativas más baratas, o gratis, para suplir la carencia de este software. Y dos de estas alternativas son LibreOffice y FreeOffice.
LibreOffice es una suite ofimática que nació a raíz de la compra de OpenOffice por parte de Oracle. Esta suite es totalmente gratuita y de código abierto, y busca llevar a los s todas (o la mayoría) de las funciones de la suite de Microsoft de forma totalmente gratuita.
Por otro lado, FreeOffice es una suite ofimática gratuita (aunque privativa) desarrollada por la empresa SoftMaker. Dado que esta compañía tiene una suite ofimática de pago (SoftMaker Office), FreeOffice es una versión limitada de la versión de pago. Pero puede que sea más que suficiente para la mayoría de los s.
Lo primero que debemos tener claro es que ninguna de las aplicaciones se acerca al nivel de funciones que vamos a encontrar en Word, una aplicación que lleva 40 años en el mercado y que, por algo, se ha convertido en un referente en el mundo de la informática. Para la mayoría de los s, las funciones que nos ofrece tanto FreeOffice como OpenOffice son más que suficientes y cubren la mayoría de las necesidades.
Pero, si queremos tablas de Excel incrustadas (que no pegadas en Word), formatear textos y documentos al máximo, reducir el tamaño de los documentos vinculando imágenes y mucho más, estas opciones no están disponibles fuera de Office. Además, el formato que utilizan ambas aplicaciones no es compatible con Word, Excel ni PowerPoint, lo que supone un problema a la hora de compartir los documentos que creemos con estas aplicaciones, siempre y cuando no se tengan instaladas estas aplicaciones para acceder y editar su contenido.
Vamos a ver los principales puntos fuertes y débiles de de FreeOffice y de LibreOffice para ver cuál de las dos suites es mejor.
Pros y contras de LibreOffice
Podemos descargar FreeOffice gratis desde este enlace.
Pros
Sin duda, su principal punto fuerte es la excelente compatibilidad con los documentos de Microsoft Office, algo en lo que LibreOffice falla mucho. Esta suite nos permite abrir doc(x), xls(x) y ppt(x) sin destrozar el formato y diseño del documento original.
En cuanto al consumo, al ser una edición reducida, es bastante más ligera que otras suites similares. Especialmente en Linux. Además, no depende de Java, lo que hace que ocupe menos espacio en el disco duro y se ejecute más rápido que otras suites.
FreeOffice nos permite personalizar la apariencia de los programas, pudiendo usar una interfaz basada en menús, como las versiones antiguas de Office, o una basada en pestañas como la interfaz Ribbon de Office. Podemos encontrar esta suite disponible tanto para Windows como para Linux y macOS. Además, también podemos bajarla en Android.
Contras
Comparando este programa directamente con LibreOffice, el primer contra que nos encontramos es que, aunque es gratis, su licencia es privativa. Y, para poder usar esta suite, debemos registrar nuestro correo.
Además, no estamos ante una versión completa, sino más bien ante una «versión reducida» de SoftMaker Office, que es la suite que realmente compite contra MS Office. En FreeOffice no vamos a encontrar, por ejemplo, un software para gestionar bases de datos. Y, además, las funciones de los programas principales (procesador de textos, hojas de cálculo y presentaciones) están limitadas. Para un uso muy básico puede valer, pero para un uso algo más avanzado debemos pasar por caja para desbloquear las funciones extra.
¿Qué suite ofimática es mejor?
Sin duda, tanto LibreOffice como FreeOffice son excelentes alternativas a Microsoft Office. Las dos nos traen los programas esenciales para poder trabajar, como un procesador de textos, una hoja de cálculo y un programa para presentar diapositivas. Los dos programas son compatibles con los formatos de Office, y podemos usarlos de forma totalmente gratuita. Sin embargo, el formato que utilizan ambas suites de ofimática no son compatibles de forma nativa con Word, lo que puede suponer un problema de compatibilidad a la hora de compartir los archivos. La solución a este problema pasa por guardar los documentos en formato .doc o .docx para que se puedan editar en Word sin problemas de compatibilidad.
FreeOffice, por un lado, es un programa más ligero y rápido que LibreOffice, pero a cambio es un programa más recortado ya que está pensado para que los s paguen por SoftMaker Office, la versión completa de esta suite. Además, este ofrece mejor compatibilidad con los documentos de Office, algo que puede resultar de vital importancia a la hora decidirnos entre una y otra. No en vano, es fácil que caiga en nuestras manos un archivo de Office que debamos visualizar o modificar, por lo que la opción de FreeOffice es superior a la de su rival.
Por otro lado, LibreOffice es la alternativa por excelencia a Microsoft Office: una suite ofimática completa, totalmente gratuita y de código abierto que nos permitirá olvidarnos de la suite de Microsoft. También cuenta con una gran política de actualizaciones por parte de sus desarrolladores, ofreciendo un mantenimiento que raya a gran altura. esto hará que recibamos constantes actualizaciones con corrección de errores y nuevas características que poco a poco van incorporando. Por desgracia, esta suite es bastante más pesada que la alternativa de SoftMaker, además de tener problemas de compatibilidad.
Sin duda, ambos programas son excelente. Pero si tuviéramos que elegir la opción más fiel a Microsoft Office elegiríamos LibreOffice, ya que podremos usarla sin toparnos con ninguna restricción que nos tiene a pagar por una edición superior. Salvo que necesitemos una suite ofimática para Android, ya que The Document Foundation aún no ha dado el salto a este sistema operativo en condiciones, y entonces solo podremos elegir FreeOffice. Si el sistema operativo donde queremos utilizarlo no es un problema, ambas opciones son perfectamente válidas ya que tanto LibreOffice como FreeOffice disponen de una aplicación para Linux, algo de lo que carece Microsoft Word.
LibreOffice | FreeOffice | |
---|---|---|
Procesador de textos | Si | Si |
Hojas de cálculo | Si | Si |
Presentaciones de diapositivas | Si | Si |
Bases de datos | Si | No |
Editor de fórmulas | No | Si |
Tomar notas | No | No |
Sistemas operativos | Windows Linux macOS FreeBSD NetBSD |
Windows Linux macOS Android |
Licencias | MPL, GPLv3, LGPLv3 | - |
Precio | Gratis | Gratis |
¿Son mejores que Microsoft Office?
La respuesta corta es NO. El conjunto de aplicaciones que forman parte de Office lleva más de 40 años de desarrollo por lo que cumple con cualquier necesidad que podamos tener, por extraña que pueda parecer. El número de opciones y funciones que nos ofrece tanto Word, como Excel y PowerPoint es muy superior al que nos ofrecen tanto LibreOffice como FreeOffice, aunque la mayoría de los s nos las va a necesitar en el día a día a no ser que lo utilice en una empresa de tamaño medianamente grande.
Otro de los puntos fuertes del conjunto de aplicaciones de Microsoft para ofimática es la integración con todo su ecosistema y con aplicaciones de terceros, lo que permite sacarle un mayor partido para, por ejemplo, automatizar todo tipo de tareas.
Un punto a destacar de Microsoft Office y que la pone muy por encima de FreeOffice y LibreOffice es la Inteligencia Artificial. Microsoft ha apostado muy fuerte por la Inteligencia Artificial en los últimos años, desde que invirtió en OpenAI, el creador de archiconocido ChatGPT. Gracias a Copilot, como se llama la IA de Microsoft, podemos hacer resúmenes completos de documentos, extraer los puntos más importantes, crear tablas en Excel en base a un texto de Word y mucho más, funciones enfocadas a mejorar la productividad de las empresas.
Eso sí, es importante señala que Copilot para Office funciona de forma independiente a la suscripción. Si los s quieren utilizar la IA de Microsoft en las aplicaciones de Office, es necesario pagar una suscripción independiente y que no es precisamente económica.
Alternativas a LibreOffice y FreeOffice
Hemos puesto el foco en LibreOffice y FreeOffice como alternativas a Microsoft Office, pero a su vez, hay otras alternativas a estos programas que debemos tener en cuenta. Cuantas más opciones, más probabilidades de encontrar la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades. En los últimos años, herramientas como Google Docs y OnlyOffice, se han ganado a pulso la confianza de miles de s.
La opción de Google
Si hablamos de Google Docs, Sheets y Slides, lo hacemos de parte del ecosistema Workspace de Google. Esta suite es totalmente gratuita para s individuales con una cuenta de Google y funciona completamente en la nube. Es decir, no tendremos que instalar nada en el equipo y podremos reanudar cualquier trabajo desde cualquier equipo con a Internet. Uno de sus fuertes es la colaboración en tiempo real, por lo que es ideal para trabajar en un mismo documento en equipo. Pero precisamente su mayor fortaleza puede ser su debilidad para según qué tipo de , ya que depende de una conexión a internet para su uso completo, aunque ofrece un modo sin conexión limitado.
OnlyOffice
También hay que mencionar OnlyOffice, otra suite ofimática que está disponible en versiones gratuita y de pago. Es de código abierto, por lo que permite que los s personalizarla si tienen conocimientos técnicos. Su gran ventaja es que ofrece compatibilidad con los formatos de Microsoft Office (.docx, .xlsx, .pptx), y en ese sentido, supera incluso a LibreOffice en la gestión de diseños y estructuras complejas.
OnlyOffice cuenta con un procesador de textos, una hoja de cálculo y un creador de presentaciones, con una interfaz que recuerda a las versiones recientes de Office. Se puede manejar tanto en la nube como instalada en Windows, macOS o Linux. La versión gratuita es muy funcional, pero es cierto que algunas características avanzadas, como la integración con sistemas de gestión documental, están reservadas para la edición de pago.