A diferencia de las consolas, donde solo hay una configuración posible, cuando ejecutamos un juego de PC podemos elegir entre una gran variedad de opciones diferentes en función de nuestros gustos, o de la capacidad de nuestro ordenador. Por ejemplo, podemos elegir el nivel de gráficos que queremos ver, limitar los FPS, aplicar distintos tipos de antialiasing, y mucho más. Y, aunque la mayoría de estas opciones se suelen ajustar automáticamente acorde al hardware de nuestro PC, hay una opción en todos los juegos que, generalmente, suele volver locos a los s: el modo de pantalla.
El modo de pantalla de un juego es, a grandes rasgos, cómo vamos a ver el juego en el monitor. Podemos mostrarlo en forma de ventana, como si se tratase de un programa más que estamos ejecutando en el PC, o dejar que la GPU tome el control del monitor, darle máxima prioridad, y ejecutarlo por encima de todo lo demás en lo que se conoce como «pantalla completa».
Cada uno de estos modos tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Y, aunque algunos s pueden no notar diferencia, para otros puede ser la opción que les permita experimentar un juego óptimo o tener problemas de rendimiento.
Vamos a ver cómo es cada una de estas configuraciones, cómo afecta al juego, y las ventajas (o posibles problemas) de cada una.
¿Cuál es mejor para jugar?
Nosotros recomendamos usar siempre el modo pantalla completa. Cuando ejecutamos un juego, al final lo que más nos interesa es que la gráfica tenga control absoluto sobre él, y que tengamos los mayores recursos disponibles, para poder obtener el mejor rendimiento. Gracias a este modo, además, podremos configurar el brillo y el contraste de la pantalla dentro del juego y, al salir, Windows seguirá igual. Sin embargo, no vamos a poder cambiar a otros programas. Y, si lo hacemos a la fuerza (por ejemplo, con Control + Alt + Supr), es posible que el juego sufra un error y se cierre.
Si el modo pantalla completa nos da problemas, o necesitamos poder usar otros programas al mismo tiempo, entonces recomendamos usar el modo ventana sin bordes. Este modo nos permitirá aprovechar el 100% de la pantalla, como si fuera pantalla completa, pero teniendo rápido a cualquier otro programa abierto en el PC. Puede que el rendimiento no sea el ideal, pero es el precio que pagar por poder jugar y usar la multitarea de Windows.
¿Cuál es la mejor resolución para jugar? 1136
Después de analizar todas las opciones que tenemos para jugar en un PC, es fácil llegar a la conclusión de que el modo a pantalla completa es el mejor de todos, ya que nos ofrece la mejor sensación de inmersión posible evitando cualquier tipo de distracciones. Pero, ¿y qué pasa por la resolución del monitor?
La mayoría de los monitores de 24 pulgadas (los más utilizados y populares actualmente en el mercado) tiene una resolución de 1080p, más que suficiente para disfrutar de una fantástica calidad de imagen. Pero, además, también podemos encontrar modelos con resolución 4K, monitor que, obviamente, también son capaces de mostrar los juegos en resoluciones inferiores.
La mejor resolución que podemos utilizar para disfrutar de nuestros juegos favoritos es 4K, ya que el tamaño de los píxeles es mucho más pequeños, por lo que estos se notarán mucho menos, especialmente si, además, estamos utilizando los gráficos en calidad alta. Sin embargo, ejecutar un juego en resolución 4K no es lo mismo que reproducir un vídeo, ya que el esfuerzo que hace el PC, en este caso, únicamente está relacionado con la U y no con la GPU.
Para disfrutar de un juego en resolución 4K es necesario que la gráfica sea capaz de moverlo con la suficiente fluidez como para mostrar un mínimo de 60 fps. Si el número de fotogramas por segundo es inferior, el juego irá a trompicones ofreciendo una pésima sensación de jugabilidad. En estos casos, si la gráfica de nuestro equipo no es capaz de ofrecer un mínimo de 60 fps en una calidad gráfica aceptable, lo más sensato es reducir la resolución a 2K o incluso a 1080p.
De esta forma, vamos a poder sacarle un mayor partido a la tarjeta gráfica y disfrutar de un mayor número de fps incluso con una mayor calidad gráfica. Al final se trata de valorar si queremos una mayor calidad de imagen o una mayor fluidez, siempre hablando de mostrar el juego a pantalla completa.
Problemas que surgen con los modos de pantalla
Cuando configuramos diferentes modos de pantalla en juegos de PC, es normal que haya algunos problemas por el camino. Son problemas muy variados como pantallas negras o caídas de rendimiento, pero por suerte hay soluciones para todo ello. Uno de los problemas más habituales es cuando queremos usar el modo a pantalla completa, ya que el juego se inicia pero la pantalla se queda en negro. En la mayoría de los casos tiene que ver con una incompatibilidad entre la resolución seleccionada en el juego y la capacidad del monitor o incluso por drivers desactualizados.
La solución pasa por asegurar que los controladores de la gráfica estén actualizados a la última versión disponible, ya que los fabricantes suelen corregir errores de compatibilidad con cada actualización. Si el problema sigue, siempre podremos iniciar el juego en modo ventana desde sus ajustes y luego cambia a pantalla completa desde ahí. También podremos probar a desactivar overlays de terceros, como los de Steam, Discord o software de grabación, que a veces pueden dar problemas con el juego.
Si hablamos de configuraciones multi-monitor, otro dolor de cabeza es que el juego no se muestre en la pantalla correcta o se minimice al intentar usar otro monitor en modo pantalla completa. El motivo suele que Windows y la GPU no siempre acuerdan qué pantalla es la principal. Se puede arreglar chequeando el monitor deseado como principal en los ajustes de pantalla de Windows. Si estamos usando ventana sin bordes, tendremos que arrastrar la ventana al monitor deseado antes de maximizarla. También puede haber problemas de este tipo cuando los monitores tienen diferentes tasas de refresco.
El tearing un input lag excesivo también pueden aparecer en cualquier modo. Si eso ocurre tendremos que chequear las opciones de sincronización vertical (V-Sync). En pantalla completa, activar V-Sync puede eliminar el tearing, pero a costa de mayor latencia. Los s que no pueden tener nada de latencia por la naturaleza del juego, tendrán que desactivarlo. Cuando hablamos de ventana o sin bordes, el tearing puede ser más difícil de evitar sin tecnologías como G-Sync o FreeSync. En este caso se tendrá que ajustar la tasa de FPS del juego para que no supere la frecuencia del monitor.