Desde hace muchos años usamos nuestros equipos informáticos para llevar a cabo todo tipo de tareas ofimáticas. Para todo ello podemos echar mano de multitud de programas y tipos de archivos específicos como los DOCX, XLSX o los populares PDF.
De este modo tenemos la oportunidad de crear todo tipo de documentos de texto, hojas de cálculo repletas de datos numéricos, presentaciones multimedia, etc. Pero eso no es todo lo que concierne a este tipo de documentos en concreto, ya que podemos ir un paso más allá. Esto es algo que con el tiempo hemos logrado en gran medida gracias a los programas y equipos de los que disponemos en estos momentos. Este es un conjunto que no para de evolucionar y mejorar pudiendo así acceder a una mayor cantidad de contenidos.
Os contamos esto porque los documentos que podemos llevar a cabo en los tiempos que corren ya son mucho más complejos y completos que antaño. Hace solo unos años estos básicamente se limitaban al uso de textos y números, pero hoy día van mucho más allá. De hecho, como muchos de vosotros ya sabréis de primera mano, en estos momentos podemos utilizar muchos más elementos que hasta hace relativamente poco tiempo. Hoy día a estos documentos les podemos sumar fotos, diagramas, firmas digitales, vídeos, gráficos, botones, etc.
Utilidad y ventajas de los archivos en formato PDF
No cabe duda de que la versatilidad y utilidad que logramos con todo esto nos abre un amplio abanico de posibilidades. Y claro, como no podía ser de otro modo, para todo ello igualmente tenemos la posibilidad de echar mano de multitud de programas. Entre estos encontramos algunos de los más usados del mundo como los que forman parte de las suites Office o LibreOffice.
Pero en estas mismas líneas nos queremos centrar en un tipo de archivo muy concreto que con el tiempo no ha parado de crecer y mejorar en uso. Aquí nos vamos a centrar en el trabajo con los archivos en formato PDF. Este es un formato originariamente propiedad de una firma de la importancia de Adobe, que con el paso del tiempo se ha convertido en habitual para la mayoría. Este se centra en el trabajo en programas ofimáticos, de los que podemos encontrar una amplia variedad.
Guardar los cambios
A diferencia de todas las aplicaciones que forman parte de Office, donde los cambios se guardan automáticamente, en todas las aplicaciones de Adobe, incluyendo Acrobat, debemos guardar todos los cambios que queremos conservar en el documento, ya que, de lo contrario, cuando volvamos a abrirlos, la firma que hayamos añadido no se encuentra en el documento. Si no queremos guardar el documento, sino que lo que queremos es utilizarlo como plantilla, podemos utilizar la opción de imprimir con la impresora virtual Print to PDF disponible en Windows.