Cuando nos sentamos frente a nuestro PC con su correspondiente sistema operativo, generalmente Windows, esperamos que todos los componentes de este funcionen a la perfección. Desafortunadamente no siempre es así, y buena culpa de los problemas en este sentido lo tienen los drivers.
Hay que tener en consideración que para que todos aquellos elementos que conectamos, tanto de manera interna como externa, al PC, necesitan unos controladores. Estos son pequeños trozos de software que se encargan de hacer las veces de interfaz entre el equipo y el sistema. De esta manera funcionarán a la perfección y al mismo tiempo tendremos la posibilidad de sacar el máximo partido a cada componente. Hay multitud de tipos y versiones de cada uno de estos drivers que utilizamos en Windows.
Precisamente debido a esta diversificación, no todos ellos tienen el mismo funcionamiento ni responden de la misma manera. Partamos de la base de que el propio software de Microsoft pone a nuestra disposición una serie de elementos de este tipo, genéricos. Pero siempre es más recomendable utilizar los proporcionados por cada uno de los fabricantes de ese componente. Si nos centramos en el sistema operativo de los de Redmond, que es el más usado en los equipos de sobremesa, muchos ya sabréis que se acaba de lanzar Windows 11.
Llegados a este punto muchos nos podríamos llegar a preguntar acerca de la posibilidad de usar controladores de Windows 10 en el nuevo Windows 11. Esta es una cuestión que en estos momentos se plantean muchos debido a la extendida migración en estos momentos muchos realizan un sistema a otro. Además, la nueva versión es relativamente moderna, por lo que muchos temen la aparición de fallos relacionados con controladores más antiguos.
versión del driver actualizada o específica de Windows 11.