Windows 11 es oficial. El nuevo sistema operativo de Microsoft ya está en manos de los s Insider, quienes pueden ir probando todas sus novedades y, además, ayudar a Microsoft a encontrar y corregir fallos antes de su lanzamiento final, en el cuarto trimestre del año. Sin embargo, eso no quiere decir que Windows 10 esté completo y pueda pasar a mejor vida por todo lo alto. El actual sistema de Microsoft lleva tiempo arrastrando muchos problemas, problemas que deberían solucionarse antes de empezar a pasar de él.
Es cierto que Microsoft no tiene intenciones de acabar con Windows 10, al menos de momento. El sistema operativo de la compañía va a tener soporte hasta 2025. Además, va a recibir este mismo año una nueva versión, 21H2, que seguirá dando forma al sistema de Microsoft. Sin embargo, ¿será suficiente para acabar con los problemas que lleva arrastrando más de un lustro?
Las actualizaciones de Windows 10: tan malas como al principio
Uno de los aspectos más polémicos de Windows 10 siempre han sido sus actualizaciones. Y no solo porque 10 quitó control a los s sobre ellas (y lo devolvió después), sino porque son muy lentas (tardan mucho en bajar e instalar) y, además, suelen dar muchos problemas.
Las actualizaciones de Windows 11 prometen instalarse en la mitad de tiempo que las de Windows 10, pero ¿qué pasa con el actual sistema de Microsoft? No estaría mal terminar de hacer las cosas bien, mejorar Windows Update y conseguir que las actualizaciones, hasta 2025, fueran mejores.
El bloatware: otro de los problemas
Si buscas instalar un sistema operativo de cero, y personalizarlo a tu gusto, olvídate de Windows 10. El sistema operativo de Microsoft instala de serie una gran cantidad de aplicaciones o
Microsoft debería pensar en dejar de experimentar con este sistema, que ya tiene sus años, y empezar a depurar su funcionamiento. Hacer que todo funcione bien, y los s que decidan seguir usándolo hasta su final de soporta puedan hacerlo de la mejor forma posible.
O de control, o de configuración, pero no los dos
Windows 8 introdujo un nuevo de configuración universal, aunque no ha sido hasta Windows 10 cuando, realmente, se ha colocado como una herramienta de configuración básica de Windows. Todas las opciones, que hasta entonces estaban repartidas por distintas partes del sistema, ahora están centralizadas en un solo lugar. El problema es que ahora están muchas de las opciones repartidas, ya que el de Control sigue estando presente en el sistema operativo.
Lo que es mucho más vergonzoso es que Windows 11 aún tenga este de Control en lugar de haber agrupado ya todas las opciones dentro del de Configuración. Algo no está haciendo bien Microsoft cuando una herramienta, que data de Windows 95, sigue presente y sin desaparecer.