Dentro de los diferentes componentes que forman parte de nuestro sistema operativo, Windows 10, hay uno poco conocido para algunos s y un tanto temido por otros. Hablamos del Editor de Registro, una base de datos situada en nuestro disco duro, que contiene información vital sobre nuestro PC y como funciona. Aquí es donde se guardan los ajustes de programas instalados del propio Windows, así como de los drivers, perfiles de s y hardware del equipo.
Por lo tanto, hablamos de un componente tan importante como delicado de nuestro sistema. Dentro del Registro encontramos cinco categorías principales, que se encuentran repletas de entradas y subclaves, que pueden llegar de desordenarse si no se realiza cierto mantenimiento, pero que hay que tratar con sumo cuidado si no queremos ocasionar daños en el sistemaa.
Limpiar o no el Registro de Windows, ese gran dilema
Con el tiempo, la instalación de programas, la actualización de software y la conexión de nuevos periféricos, ocasionan que el Registro cada vez sea más grande. Además, incluso cuando desinstalamos programas, algunos valores del Registros se mantienen y no se eliminan.
Pero no solo eso, ya que, llegados a este caso, el sistema seguirá tratando de encontrar esos archivos a los que pertenecen las entradas del Registro. Con ello gasta procesamiento y memoria mientras intenta ejecutar algo que ya no se encuentra disponible. Esto es algo que podría ocasionar mensajes de error o problemas derivados. En este caso se podría pensar en la limpieza con una posible solución a este problema.
Pero incluso estos limpiadores automáticos del Registro son perfectos y son capaces de identifican y eliminan de forma incorrecta valores importantes del mismo, por lo que no son tan seguros como cabría esperar. Es por ello que, si estamos dispuestos a limpiar el Registro, es muy importante que, antes que nada, hagamos una copia de seguridad de este. De esta forma en caso de que se produzca cualquier fallo, podemos restaurarlo.