Windows 11 tiene algunos recovecos donde guarda una serie de superpoderes, y muchos de nosotros los pasamos por alto por mero desconocimiento. Y no hablamos de herramientas que solo mejoren el rendimiento, sino que también lo hacen con la seguridad y con nuestra productividad general. El resultado es que vamos a tener un PC que parece completamente renovado.
Lo mejor de todo es que, si quieres activarla, te va a llevar nada y menos de tiempo, y los beneficios son permanentes desde que los actives. Por lo que, quédate y calibra hasta qué punto todas estas mejoras podrían allanarte tu uso en el día a día. Aquí te dejamos seis funciones que deberías tener activas sí o sí, y más aún si utilizas tu ordenador para estudiar o trabajar, o incluso jugar. Y para ello, no vas a tener que instalar nada. Vamos a ello.
Las funciones imprescindibles de Windows
Restaurar sistema
La herramienta de restauración del sistema va a permitir que el PC vuelva a un estado anterior, previamente programado, si ocurre un error que «funda los plomos» del sistema operativo. Y la mayoría de Windows la tienen desactivada de manera predeterminada. Si quieres activarla, solo tienes que entrar a «Configuración» y luego pinchar sobre «Sistema». Por último, elige la opción «Recuperación» y configúrala.
Historial del portapapeles
No hay una herramienta más sencilla de utilizar ni más sencilla de activar. El historial del portapapeles nos va a permitir crear una «memoria» para todos los elementos que queramos copiar mediante Ctrl + V. Para activarlo, solo tienes que pulsar la combinación Win + V y pulsar sobre «Activar». De esa manera, ya podrás copiar varios datos importantes para cualquier asunto y que todos se mantengan en el historial para recuperarlos cuando quieras.
Configuración de concentración
Esta especie de asistente va a permitir que silenciemos todo tipo de notificaciones durante nuestras reuniones, sesiones de juegos o como queramos configurarlo de manera manual. Para configurarlo, solo tenemos que entrar en «Configuración», luego pinchar en «Sistema» y por último en «Concentración».
Windows Sandbox
Esta herramienta es una de las más fascinantes que tiene Windows, pero nunca viene activa por defecto. Sandbox, como su propio nombre indica, es una «caja de arena», es decir, un entorno aislado, donde podemos probar archivos que resulten sospechosos. La clave de esta funcionalidad es que funciona de manera aislada del resto del PC, por lo que cualquier virus o malware no puede ir más allá de este «aislador». Es, literalmente, una zona de exclusión para acorralar al malware y analizarlo sin problema ninguno. Una verdadera genialidad.
Sensor de almacenamiento
El sensor de almacenamiento, una vez que lo activamos, se encarga de eliminar los archivos temporales, así como de vaciar la papelera de reciclaje por su cuenta. Para activarlo, tienes que acceder de nuevo a «Configuración», luego pinchar otra vez sobre «Sistema» y, por último, en «Almacenamiento». Ahí lo encontrarás para que lo configures.
Escritorios virtuales
En el caso de que utilices tu PC tanto para tu trabajo como para el ocio, puedes separar tu interfaz en varios escritorios. Y fíjate lo fácil que es crearlos, solo tienes que pulsar Win + Tab.