Si el gran apagón te pilló trabajando en el PC, haz esto YA MISMO para que Windows no falle

Por si no te has dado cuenta, ayer, a las 12.40 hora española, se ha ido la luz en todo el continente, y en parte de Europa. A esa hora, la mayoría de la gente estaba trabajando, ya fuera en fábricas, en oficinas, o desde casa, quedando totalmente colgados y sin la posibilidad de hacer absolutamente nada. Pero la pérdida de la productividad por un apagón no es lo peor que te puede pasar. Y es que, si no tomas las medidas oportunas, es posible que, si estabas sentado delante del ordenador, puedas tener problemas. Y hasta perder tus datos más importantes.
Cuando usamos un ordenador, los sistemas operativos están constantemente leyendo y escribiendo datos en los discos duros o en las unidades de almacenamiento. Un corte de energía mientras se trabaja con estos datos puede ser totalmente catastrófico, causando problemas de arranque, pérdidas de datos, o corrupción de archivos.
Si estabas usando el PC cuando ha ocurrido el apagón, te vamos a dar varios consejos para que compruebes, y repares, tu ordenador y mitigues por completo los datos.
Desconecta el PC de la corriente
Lo primero que tienes que hacer, antes de que vuelva la corriente, es desconectar el PC de la red, o apagar la regleta donde lo tengas conectado. El por qué es muy sencillo: después de un apagón, la luz suele volver de forma inestable durante un rato hasta que se estabiliza el suministro.
Si el ordenador se enciende él solo cuando vuelve a haber corriente porque lo tengamos configurado para recuperar el último estado antes del apagón, y vuelve a cortarse el suministro, los daños serán mayores.
Lo mejor es esperar a que el suministro se recupere al 100%. Y, entonces, ya sí que podremos encenderlo. Y rezar para que todo funcione bien.
Comprobar el encendido del PC
Ahora vamos a encender el ordenador. En este punto pueden ocurrir muchas (pero muchas) cosas raras. Puede que el PC arranque con normalidad (aunque no debemos confiarnos). Puede que veamos mensajes de error, o pantallazos azules. E incluso puede que lleguemos hasta un recovery.
Lo primero, si vemos algún mensaje de error, es reiniciar otra vez el ordenador. Así podremos intentar de nuevo que el PC arranque. Si vuelve a fallar, entonces debemos empezar a buscar causas y soluciones.
Lo ideal es llegar al WinRE, el entorno de recuperación de Windows. Una vez dentro, podremos tener a varias opciones de recuperación, como:
- Reparación de inicio. Esta herramienta nos permitirá detectar, y corregir, cualquier problema que haya relacionado con el arranque y el inicio de Windows.
- Restaurar sistema. Esta opción revierte el equipo a un punto anterior. Perfecto si se han corrompido algunos archivos.
- Recuperación de imagen del sistema. Restaura una copia de seguridad completa del sistema. Eso sí, la tenemos que haber hecho antes.
- Acceder a símbolo de sistema. Nos permite abrir una ventana de CMD para ejecutar comandos.
Si tenemos problemas, y no salimos de este entorno de recuperación, entonces debemos ir buscando soluciones más específicas en función de lo que le pase a nuestro ordenador.
Analizar y reparar el sistema y los discos
Con suerte, podemos llegar a entrar en el propio Windows. Pero, si lo hacemos, no debemos cantar victoria, ya que es posible que algunos archivos estén dañados o corruptos, y a corto o medio plazo nos puedan dar muchos problemas.
Por ejemplo, lo primero que debemos hacer es realizar una comprobación de errores para el disco duro. Esta la podemos lanzar directamente desde las propiedades de la unidad:
O ejecutando el conocido comando de CMD:
chkdsk C: /f /r
También podemos reparar el arranque, en caso de que hayamos tenido problemas para iniciar sesión, ejecutando uno a uno estos comandos:
- bootrec /fixmbr
- bootrec /fixboot
- bootrec /scanos
- bootrec /rebuildbcd
Y también analizar y reparar los archivos del sistema (muy importante) si ha fallado todo lo demás con estas dos conocidas herramientas:
sfc /scannow
DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth
Con todo esto, nuestro PC debería estar analizado, y los problemas que pudiera haber ya deberían haber estado solucionados.