El 5 de octubre de 2021 llegaba a los s Windows 11, el nuevo sistema operativo de Microsoft, sucesor de Windows 10. Y lo hacía entre expectación y mucha polémica. Aunque no deja de ser un Windows 10 con un lavado importante de cara, este nuevo sistema ha marcado un antes y un después en lo que a apariencia se refiere, siendo uno de los cambios más grandes que podemos encontrar en la historia del sistema operativo, más incluso que el salto de XP a Vista. Y, aunque la adopción de este nuevo sistema no ha sido mala, tampoco ha tenido el recibimiento esperado.
Microsoft ha seguido estrategias similares a las ya vistas en el pasado en lo que al lanzamiento de su sistema operativo se refiere. Es decir, la actualización llegará a los s a través de Windows Update, y será totalmente gratuita para aquellos que ya tengan una licencia original de Windows 10. Incluso los s de Windows 7 y 8.1 podrán actualizar a 11, siempre que cumplan los requisitos mínimos y hagan una parada intermedia en Windows 10.
Después de estar 6 meses usando este nuevo sistema operativo, tanto en su versión estable como en los distintos canales del programa Insider, vamos a ver qué es lo mejor y lo peor que nos ha dejado este SO en su debut.
Windows 11: un gran, y necesario, lavado de cara
Desde luego, lo que más nos llama la atención es la nueva apariencia del sistema operativo. Microsoft ha renovado casi por completo todo el aspecto visual de su sistema operativo para que se parezca mucho más tanto a macOS como a Linux. Podemos encontrarnos con un nuevo fondo de pantalla, esquinas redondas en todas las ventanas, un nuevo menú inicio, una renovada barra de tareas con los iconos centrados, nuevo set de iconos y carpetas en el sistema…
Los es y los avisos del sistema también han sido renovados, se ha vuelto a activar el sonido de inicio de sesión, desactivado por defecto hace mucho tiempo, y mucho más. El de Configuración gana mucho más protagonismo frente al de Control, y cuenta con una apariencia mucho más cuidada en general. Además, Windows 11 ahora cuenta con temas mucho más cuidados para personalizar la apariencia del sistema, y una importante mejora en el tema oscuro, pudiendo elegir incluso varias configuraciones de color.
Por tanto, de todo lo que nos ha traído Windows 11, nosotros nos quedamos con la apariencia. Y es que, con sus mases y sus menos, no deja de ser un sistema muy bonito.
instalar Windows 11 sin cumplir los requisitos. Sin embargo, veremos una marca de agua en el PC que nos recordará que no estamos cumpliendo los requisitos. Y, además, no tendremos soporte por parte de Microsoft. Dos aspectos que, aunque lógicos, son dignos de mencionar.