Pedir préstamos de diversos tipos a las entidades bancarias, es algo que desde hace años está al orden del día. Sin estos, millones de ciudadanos no podrían acceder a su nueva casa, comprar un coche, o salir de viaje, entre otras muchas cosas.
Y es que precisamente para eso están los bancos, para ayudarnos económicamente en caso de necesidad. Pero como seguramente muchos de vosotros ya sabéis de primera mano, los préstamos que nos proporcionan las entidades bancarias, no son precisamente gratuitos. Y es que acarrean una serie de intereses que en ocasiones son abusivos y nos llegamos a plantear si realmente merece la pena.
De ahí que muchos busquen otras alternativas más accesibles, o incluso llegamos a pedir el dinero a los amigos o familiares. Aunque en un principio esta puede aparecer la solución más sencilla, lo cierto es que deberíamos tomar una serie de precauciones previas para evitar problemas. Estos pueden venir asociados tanto a la persona que nos ha hecho el favor de darnos el préstamo, como incluso con la propia Agencia Tributaria. Es precisamente por todo ello por lo que en estas mismas líneas os vamos a echar una mano para evitar disgustos en el futuro.
Básicamente con esto lo que os queremos decir es que si hemos tomado la determinación de pedir un préstamo o proporcionarlo a nosotros, a amigos o familiares, deberíamos de dar unos pasos previos. Esto nos permitirá evitar problemas futuros y disfrutar al máximo de dicho préstamo personal. Y es que incluso nos podemos buscar algunos problemas con Hacienda, algo que casi todos los ciudadanos intentan evitar a toda costa.
Medidas a tomar antes de hacer un préstamo familiar
Antes de nada debemos tener en consideración que también nos podemos plantear llevar a cabo una donación, pero esto acarrea una serie de impuestos que no todo el mundo quiere pagar. De ahí que el denominado préstamo familiar sea una solución más que adecuada para estos casos en los que no queremos pedir dinero a los bancos.
Lo primero que debemos hacer en estos casos es redactar un contrato conforme a ambas partes, donde queden claras las cláusulas que deseamos imponer. Este es un acuerdo al que tendrán que llegar tanto la persona que presta el dinero, como la que lo recibe. Hay que tener en consideración que en este caso no se necesita notario y basta con que, una vez redactado el pertinente contrato que os mencionamos, esté firmado por ambas partes para que en el futuro tenga validez legal.
Por otro lado, es muy importante que a la hora de llevar a cabo un préstamo familiar de este tipo, evitemos problemas en el futuro con el fisco. De ahí que también es recomendable presentar ese contrato que acabamos de redactar y ya está firmado, a la Agencia Tributaria, haciendo uso del modelo 600 que tendremos que cumplimentar. De este modo, lo que logramos es ahorrarnos los gastos adicionales que se podrían generar en otras modalidades de préstamos. Además, y siguiendo estos pasos, Hacienda no podrá argumentar que se trata de una donación encubierta, en el futuro.