A pesar de los métodos más actuales relacionados con la biometría para a autenticarnos en nuestras plataformas de Internet, las contraseñas convencionales son las más usadas por la mayoría.
Seguro que muchos de vosotros ya sabéis que tenemos la posibilidad de utilizar la huella dactilar o algún otro método más moderno para acceder a nuestros dispositivos y plataformas. Pero las contraseñas compuestas por una serie de caracteres siguen siendo las preferidas por casi todos los s. Así, al acceder a determinados programas o plataformas de Internet, abren su cuenta con un correo y la correspondiente .
Cómo deben ser nuestras claves personales
Pero debemos tener muy presente que a la hora de generar estas claves seguras debemos seguir una serie de normas. Así lo que logramos es evitar o al menos complicar, la violación de estas claves personales por parte de potenciales atacantes. Lo primero que debemos estar en consideración es que no es en absoluto recomendable repetir la misma contraseña en diferentes plataformas o servicios.
Además estas deben de ser lo suficientemente complejas y robustas para que sean muy difíciles de averiguar por parte de terceros. Al mismo tiempo deben contener letras mayúsculas y minúsculas, caracteres numéricos y especiales. Pero claro, aquí nos encontramos con el inconveniente de que memorizar decenas o cientos de estas claves complejas es casi imposible. Ahí es precisamente donde entran en juego los conocidos como gestores de contraseñas.
Siempre tendremos la posibilidad de probar varias propuestas de este tipo para encontrar la que más se adapte a nuestras necesidades o preferencias.