Normalmente, la mayor parte de los s suele guardar todos sus datos en el ordenador, tal cual. En un principio, si nuestro ordenador está correctamente protegido, y nadie tiene a él, estos datos no tienen por qué estar en peligro. Sin embargo, si queremos asegurarlos aún más, una de las prácticas a las que solemos recurrir es a cifrar los archivos. Ciframos, o encriptamos, los archivos más importantes, los protegemos con una contraseña y listo. Ya nadie puede acceder a ellos aunque consigan tener control sobre el ordenador o se conecten a nuestra nube. ¿Esto es cierto?
El cifrado de archivos la verdad es que nos ayuda a proteger nuestros datos más importantes de miradas indiscretas. Eso no podemos negarlo. Al encriptar nuestros datos estamos modificando todo su código usando una constante (la contraseña) de manera que nadie pueda acceder a ellos sin esta clave. Y cuando necesitamos acceder a ellos, el proceso se puede revertir fácilmente usando la clave de cifrado para acceder de nuevo a los datos.
Esto nos permite, por ejemplo, guardar nuestra información confidencial con mayor seguridad en el PC, o subir datos a la nube con seguridad de manera que otras personas, ni las organizaciones como Google, puedan acceder a ellos.
Pero cifrar archivos solo tiene sentido si lo hacemos bien.
cifrar discos duros completos. Y si buscamos una alternativa de código abierto, entonces podemos apostar por VeraCrypt.
Proteger mal la clave de cifrado
Como hemos dicho, si queremos que los archivos se cifren bien y no se vean comprometidos ante ataques informáticos es necesario usar una buena clave (o contraseña) de cifrado. Estas claves suelen ser muy largas y complejas, lo que, a su vez, hace que sea complicado recordarlas. Por ello, los programas suelen ofrecernos una medida de seguridad para recuperar los archivos: un fichero de recuperación. Este fichero se debe guardar en un lugar seguro, ya que es la única puerta de entrada a los archivos si olvidamos la contraseña.
Por desgracia, muchos s deciden guardar este archivo de recuperación en el PC, junto a los archivos cifrados. Y, por tanto, haberlos cifrado no sirve literalmente de nada. Lo mismo ocurre si hemos apuntado la clave de cifrado en un archivo de texto o documento y lo guardamos en el PC. Daremos un poco más de trabajo al pirata informático, pero será como no tener los archivos protegidos.