Windows 11 ya lleva 6 meses con nosotros. El nuevo sistema operativo vino a suceder al actual Windows 10, usando este sistema como base e introduciendo una gran cantidad de cambios, mejoras y novedades, sobre todo a nivel de Kernel y estéticas. Siempre que tengamos un PC compatible, todos los s que utilicemos Windows 10 ya podemos actualizar. Y, mientras que para uso doméstico no vamos a tener ningún problema, ¿qué pasa si usamos el ordenador en entornos profesionales, por ejemplo, para programar mis proyectos?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que, aunque se trate de una nueva versión de Windows, en verdad no se trata de un nuevo sistema operativo completo como pudo ser el salto de Windows XP a Vista, o de 7 a 8, sino que se trata de una actualización más de Windows 10, por lo que no tendremos problemas de compatibilidad. Cualquier programa que usáramos en Windows 10, ya sea un software de diseño, o un IDE de programación, funcionará sin problema en este nuevo Windows 11.
Entonces, ¿cuáles son las claves de este nuevo SO?
Una Microsoft Store repleta de oportunidades
La tienda de Windows hizo su aparición con Windows 8, aunque no ha sido hasta Windows 10 cuando ha ganado popularidad. El problema de esta tienda es que, para poder publicar las aplicaciones, los desarrolladores necesitaban casi reescribirlas por completo para empaquetarlas como UWP.
Ahora, con la llegada de Windows 11, esto ha cambiado. La tienda de Windows no solo ite aplicaciones universales UWP, sino que también funciona con Win32, PWA y .NET. Así, el trabajo se simplifica y los desarrolladores no tendrán que perder el tiempo, ni dedicar un esfuerzo adicional, a crear la app.
Y, por último, las optimizaciones a bajo nivel de este sistema operativo nos garantizan un rendimiento excepcional del sistema operativo, algo que los desarrolladores, igualmente, agradecerán.