El navegador de internet en estos momentos se ha convertido en un software indispensable en la mayoría de los ordenadores. Esto es algo que se hace extensible también otro tipo de dispositivos, donde podemos elegir entre multitud de títulos como Firefox, Microsoft Edge, Opera, Chrome, Maxthon, Vivaldi y muchos más.
Estos programas son los que no permiten cargar las páginas web que visitamos a diario y además nos ofrecen multitud de funciones adicionales. Eso por no hablar de
- No hay empresa conocida detrás: la mayoría de los navegadores más exitosos tienen una empresa más que conocida tras su desarrollo, algo qué nos sucede con Maxthon. Claros ejemplos de ello nos los encontramos con Microsoft Edge, Google Chrome o Mozilla Firefox. En muchas ocasiones esto genera cierta desconfianza entre los s en general.
- Las nuevas versiones están muy separadas en el tiempo: a pesar de los años que esta propuesta lleva entre nosotros, las nuevas versiones enviadas no son muchas. La última que debemos instalar es Maxthon 6, y debemos tener en consideración que este programa vio la luz hace 20 años. Todo lo contrario, sucede con otras propuestas más populares y con mayor penetración de mercado.
- Su principal función no es muy popular: uno de los principales nichos de mercado que quiere cubrir este programa en concreto hoy día es el uso de la tecnología blockchain. A pesar de que todo ello esté más en auge que nunca, no es un atractivo lo suficientemente extendido como para llamar la atención de la mayoría de los s.
- Las extensiones nativas son pocas: en la web oficial del navegador encontramos algunas extensiones especialmente desarrolladas para el mismo. Sin embargo, la cantidad de estos complementos está bastante limitado.