Con el paso del tiempo vamos guardando en nuestro ordenador todo tipo de datos y archivos personales en el disco duro. Estos archivos están siempre con nosotros a buen recaudo en el disco duro hasta que, de repente, cambiamos de ordenador. Es entonces cuando los copiamos al ordenador nuevo y nos olvidamos del viejo para, probablemente, venderlo o regalárselo a otra persona. En el mejor de los casos, borramos los archivos normalmente, o formateamos el disco pensando que, así, nadie podrá ver nuestros archivos personales. Estamos muy equivocados.
Cuando borramos un archivo del disco duro, o formateamos el PC, lo que estamos haciendo es marcar el espacio como disponible de manera que los nuevos archivos que se copien al PC lo hagan en ese espacio, sobrescribiendo la información que antes teníamos guardada ahí. Sin embargo, hasta que los archivos no se sobrescriban, los datos están aún presentes en el disco, y con borrar los datos de un disco duro con HDD Low Leven Format.
Destruir físicamente el disco duro, la mejor opción
Por último, si realmente queremos asegurarnos de que nuestros datos no caigan en manos de absolutamente nadie, lo que debemos hacer es destruir por completo el disco duro. Para ello podemos llevar a cabo diferentes técnicas, aunque la más efectiva suele ser taladrarlo de arriba a abajo varias veces para hacer varios agujeros en el plato de dentro.
Cuanto más destruyamos el disco, menos cantidad de información podrán recuperar.