Son muchos los usos que podemos dar a los programas de compresión y descompresión de archivos que llevan entre nosotros tantos años. De entre los más comunes podemos destacar la posibilidad de ahorrar espacio en disco, o sencillamente para aunar una buena cantidad de archivos en uno solo para enviarlo por correo, por ejemplo. una de las opciones de este tipo más conocidas desde hace años es WinRAR.
Seguro que la mayoría de vosotros habéis necesitado de algún programa de estas características para la compresión de ficheros en algún momento. De hecho, llevan décadas entre nosotros ofreciendo servicios y funciones para ayudarnos en las tareas de
Establecer una contraseña predefinida
Tanto comprimir como descomprimir archivos es algo que llevamos a cabo de manera habitual. Algunos de los principales sistemas operativos actuales ya disponen de su propia funcionalidad integrada para todo ello. Esto nos permite que con un par de clics de ratón podamos descomprimir cualquier archivo en cuestión de segundos. Sin embargo, en muchos casos deberíamos aumentar la seguridad de estos, todo dependiendo de los datos que contenga o tengamos aquí almacenados.
En el caso de que esos archivos guardados en el comprimido sean sensibles y no queramos que caigan en malas manos, lo más recomendable al comprimirlos es establecer una contraseña. De esta manera para extraer el contenido de ese archivo en concreto el que lo vaya a hacer necesitará la que hayamos establecido nosotros. Si ese archivo cae en malas manos, ese no podrá ver su contenido. Esto lo logramos desde el menú Archivo a través de la opción Establecer contraseña predeterminada.