Internet, durante muchos años, ha funcionado con protocolos inseguros: HTTP, FTP, Telnet, etc. Sin embargo, por suerte, las cosas están cambiando. Tanto los desarrolladores de páginas web como las grandes empresas detrás del desarrollo de los principales navegadores trabajan para estandarizar el uso de los protocolos seguros y poder desactivar, cuanto antes, los protocolos inseguros y obsoletos. Desde enero de este año, Chrome fuerza el uso de conexiones HTTPS por defecto en la barra de direcciones. Y Firefox, el navegador de Mozilla, hace lo mismo. Por ello, para no quedarse atrás, en lo que a seguridad se refiere, ahora le ha tocado el turno de mover ficha a Edge.
HTTP y HTTPS son, a grandes rasgos, protocolos muy similares. Ambos se utilizan para establecer la conexión entre nuestro navegador y el servidor de páginas web. HTTPS funciona exactamente igual que HTTP, pero en lugar de enviar los datos tal cual por la red, utiliza un túnel SSL para cifrarlos y evitar que nada ni nadie pueda espiarlos.
HTTPS para todos en Edge 92
Ahora mismo, si intentamos entrar en una web escribiendo «http» en la barra de direcciones, y el servidor aún acepta este protocolo, podremos entrar a la web a través de él. Lo mismo ocurre si intentamos entrar en una web sin usar el «https://» delante de la URL, ya que si está configurada para aceptar las conexiones HTTP por defecto nos conectará a través de él.
A partir de Edge 92, esto va a cambiar. Microsoft ya está trabajando para implementar una nueva medida de seguridad que nos permita conectarnos a Internet de forma segura forzando siempre, de manera automática, las conexiones HTTPS. De esta manera, siempre que el servidor ita conexiones seguras, se usará este protocolo en lugar del HTTP, incluso si lo escribimos en la propia URL. Esta nueva función viene a ser muy similar al funcionamiento que obtenemos con la extensión HTTPS Everywhere, pero sin tener que instalar nada más.
DNS-over-TLS, otra característica que ya está disponible en el nuevo Edge.
Un paso más hacia la eliminación de protocolos inseguros. Y es que, tarde o temprano, HTTP será historia.