Partiendo de la base de que cada vez son más los s que se decantan por introducirse en el apasionante mundo del desarrollo software, primero hay que elegir bien. Con esto nos referimos al programa o entorno que vamos a utilizar para este tipo de tareas. A continuación, os hablaremos de las diferencias entre un editor de código convencional y un IDE.
Lo cierto es que en estos instantes disponemos de una buena cantidad de plataformas, servicios y programas que nos pueden ser de ayuda para todo ello. Nos proporcionan todo lo necesario para empezar en este sector y así desarrollar nuestros proyectos de la mejor manera. Además, teniendo en consideración lo avanzado del software actual, estas soluciones deben estar a la altura ofrecernos lo mejor en cuanto a funcionalidad.
Ya nos dispongamos a desarrollar aplicaciones propias, juegos, o proyectos que formarán parte de otros mayores, tenemos que elegir bien el entorno en el que vamos a trabajar. En parte de esto dependerá el éxito o la productividad que vamos a obtener a la hora de desarrollar y escribir código. Para muchos el empezar a trabajar en el desarrollo de un proyecto de estas características, supone todo un ritual que requiere una preparación concienzuda.
Qué caracteriza a un editor de código
Por tanto, resulta indispensable elegir bien el software en el que vamos a pasar tantas horas de concentración y trabajo. Precisamente por estas razones que os comentamos vamos a tener que distinguir entre un editor de código convencional y un IDE. Así, lo primero que debemos saber es que un editor de código se refiere a un programa similar a un editor de texto convencional que se caracteriza por ser ligero.
Aquí podremos trabajar en nuestros adentrarse en el mundo de la programación. Una vez que nos acostumbramos a su interfaz y funcionamiento, veremos que nos facilitan mucho las tareas de desarrollo. Hay que decir que aquí encontramos funciones como el resaltado de sintaxis, correctores de órdenes, depuradores que señalan los errores en el código, y mucho más.