Con el paso de los años hay varios formatos de fichero que se han ido extendiendo entre todo tipo de s. Por ejemplo, si nos centramos en el sector de la ofimática, sin duda los PDF han crecido de manera exponencial. Aquí debemos tener en cuenta que además de Adobe Acrobat, disponemos de otros muchos programas para trabajar con los mismos.
De hecho, este tipo de ficheros en concreto los podemos encontrar en todo tipo de entornos de uso. La principal razón de todo ello es que se utilizan tanto en trabajos domésticos como más profesionales. Podemos usar un PDF para crear una factura o un presupuesto, en documentos oficiales, para el almacenamiento de documentación a largo plazo, para rellenar formularios, etc. A medida que su uso se ha ido extendiendo, los programas que nos permiten trabajar con estos de manera digital han crecido.
Con todo y con ello algo que debemos saber es que en un principio este formato PDF era propiedad de Adobe, ya que fue de su desarrollador. Pero un tiempo después lo liberó para que cualquier empresa pudiese hacer uso de este. Precisamente de ahí viene que una de las soluciones más conocidas y usadas para esto sea Adobe Acrobat. Cierto es que hay otras muchas soluciones de desarrolladores ajenos a la firma que nos proponen sus propios proyectos.
La diferencia con respecto a la propuesta de Adobe es que muchos de estos proyectos son gratuitos, mientras que la aplicación original del gigante del software es de pago. Pero claro, en la mayoría de los casos la efectividad y potencia de este programa ofrece funciones que no encontramos en muchos otros.
Qué versión de Adobe Acrobat me interesa usar
Al mismo tiempo algo que debemos tener muy presente es que disponemos de una versión Standard y otra Pro de Acrobat. Las diferencias entre ambas son significativas, por lo que en determinados ocasiones nos podríamos preguntar cuál debemos usar para nuestros PDF.
formato PDF requerirán las funciones específicas de la versión Pro.