El teletrabajo ha estado en el limbo mucho tiempo. Aunque muchos trabajadores tenían la posibilidad de optar a ello, la falta de una ley que lo regulara hacía que solo en casos muy aislados se pudiera trabajar desde casa. Sin embargo, ahora la cosa ha cambiado. La nueva ley del teletrabajo regula toda la actividad laboral desde casa, y lo más importante, deja claros los gatos que debe asumir el trabajador, y cuáles deben ser parte de la empresa. Y por ello, va siendo hora de poner en orden nuestras licencias.
La ley del teletrabajo especifica que la empresa debe cubrir los gastos ocasionados del trabajo desde casa. Y entre estos gastos destacan todas las herramientas necesarias para poder desempeñar el trabajo. Además de los equipos, y el gasto de electricidad y mobiliario, la empresa debería pagar al por las herramientas de software necesarias para poder trabajar desde casa. Por ello, os vamos a dejar algunas de las más útiles, e imprescindibles, que no pueden faltar en nuestro PC y que, ahora, debe pagar la empresa.
Recordamos, antes de nada, que, aunque puede ser tentador instalar software pirata en el PC, igual que para uso personal normalmente no ocurre nada, a nivel profesional, en caso de una auditoría (algo probable que ocurra) si nos detectan software pirata en el PC nos puede salir muy caro. Y en ese caso será responsabilidad nuestra. Por lo tanto, ante la duda, mejor optar por software 100% original. Además, evitaremos correr riesgos de seguridad al teletrabajar.
Windows 10: una clave para convertirlo en legal
Salvo que hayamos comprado un ordenador OEM que viniera con Windows ya instalado, es muy probable que nuestra copia del sistema operativo de Microsoft sea falsa. Por lo tanto, antes de mirar nada más, lo primero que debemos poner en orden es esta clave.
Si no tenemos una licencia de Windows, y nuestro trabajo la requiere (por ejemplo, por el uso de software que solo se pueda ejecutar en este sistema operativo) la empresa nos tiene que pagar la licencia del sistema operativo para teletrabajar, por ley. Si existe una alternativa, como usar Linux, entonces puede haber una excusa. Pero si nuestro trabajo requiere de Windows, este es el primer programa debemos pedir.