Si estás dando los primeros pasos en Linux, es probable que te hayas preguntado cómo se pueden formatear unidades en este sistema operativo. El proceso para formatear unidades en Linux es similar tanto desde la interfaz gráfica como utilizando la línea de comandos, sin embargo, no son exactamente iguales.
Independientemente de la distribución Linux que utilicemos, Ubuntu, Debian o cualquier otra, el proceso es prácticamente el mismo, tanto desde la interfaz gráfica como utilizando la línea de comandos. Pero, antes de nada, debemos estudiar qué sistema de archivos queremos utilizar.
Elegir el sistema de archivos
Windows 10 y Windows 11, al igual que anteriores versiones del sistema operativo de Microsoft, nos permiten formatear las unidades utilizando 3 sistemas de archivos diferentes: exFAT, FAT32 y NTFS. Sin embargo, cuando se trata de una unidad de almacenamiento, Windows siempre nos invita a utilizar NFTS, ya que carece de las limitaciones de FAT32 y es mucho más rápido que exFAT.
Sin embargo, Linux utiliza otro sistema de archivos, un sistema de archivos que, además, no es compatible desde Windows, por lo que no podemos acceder a las unidades formateadas con Linux desde Windows. No al menos de forma nativa, pero si utilizando aplicaciones de terceros o con WSL, pero únicamente utilizando comandos de terminal, ya que de momento Microsoft sigue sin ofrecer una interfaz gráfica para utilizar Linux.
Linux utiliza tres sistemas de archivos diferentes: ext2, ext3 y ext4. Este último, ext4, es el formato utilizando por las distribuciones más modernas y compatibles con los equipos más actuales, mientras que los otros sistemas de archivos se utilizan en distros y equipos más antiguos. A diferencia de Windows, que no es capaz de leer unidades con el sistema de archivos ext2, ext3 y ext4, Linux si es capaz de acceder y modificar archivos en unidades con los sistemas de archivos exFAT, FAT32 y NTFS.
Como cada sistema de archivos de Windows tiene sus propias limitaciones, lo primero que debemos hacer es elegir que formato de archivos elegir:
- FAT32 no permite almacenar archivos de más de 4 GB
- exFAT es el formato más compatible con todos los sistemas operativos y que no tiene la limitación máxima de archivos de 4 GB.
- NTFS es el sistema de archivos utilizado por Windows en las unidades donde se instala el sistema operativo.
Como he comentado más arriba, exFAT es el formato de archivos que debemos utilizar si queremos que la unidad o disco duro a formatear pueda ser leído sin problemas tanto en sistemas operativos Linux como a través de Windows sin vernos obligados a utilizar una aplicación de terceros o WSL de Windows.
Las prestaciones que nos ofrece el sistema de archivos exFAT son muy similares a las que actualmente nos ofrece ext4. Además, también es compatible con distribuciones Linux más antiguas que utilicen el sistema de archivos ext2 y ext3. Una vez tenemos claro que el formato a utilizar es exFAT, ha llegado el momento conocer los pasos a seguir para formatear unidades en Linux.
Los pasos son exactamente los mismos, independientemente de si se trata de un disco duro, una unidad USB o una tarjeta de memoria.
Precauciones antes de formatear
Antes de entrar de lleno en el proceso de formatear una unidad en Linux, es importante tener claros ciertos aspectos y tomar algunas precauciones para evitar errores y complicaciones. En el peor de los casos, podríamos tener un fallo menor, pero precisamente lo que tratamos de evitar son problemas como la perdida de datos o problemas más graves a nivel de sistema. Por ese motivo y aunque parezca demasiado obvio, no esta de más realizar una copia de seguridad de cualquier información importante que contenga el dispositivo.
Tampoco podemos pasar por alto el identificar correctamente la unidad que queramos formatear. En Linux, las unidades se nombran como sda, sdb, etc., y sus particiones como sda1, sdb1, y así sucesivamente. Suele ocurrir que el , sobre todo los menos avanzados, confunden la unidad principal del sistema (sda, donde suele estar instalado Linux) con la que se quiere formatear (por ejemplo, sdb). No hace falta decir que la consecuencia de esta falta de precaución podría ser borrar el sistema operativo o datos importantes que no queremos que desaparezcan.
Pero incluso aunque tomemos todas esas precauciones, siempre pueden surgir problemas imprevistos durante el proceso. Uno de los habituales ocurre cuando la unidad está montada (en uso por el sistema), y por tanto, no podremos formatearla hasta desmontarla con sudo umount /dev/sdb. Omitir este paso generará un error como «dispositivo ocupado».
Otro problema es cuando el sistema de archivos elegido, como exFAT, no esté soportado de forma nativa en la distribución. No es un problema muy grave, pero sí requerirá que instalemos que paquetes adicionales (exfat-utils y exfat-fuse). Si se instalan, la herramienta gráfica o el comando mkfs fallará, dejando la unidad sin formatear. Si hay permisos activados, también podrían aparecer mensajes como “permiso denegado”, fallando el proceso de formateo. Tampoco podemos olvidar que cuando un equipo tiene sectores dañados, el formateo podría fallar o tardar más de lo esperado. Por ese motivo se recomienda verificarlo previamente con fsck (sudo fsck /dev/sdb).
Cómo formatear unidades en Linux
Ahora que ya tenemos claro cuál es el sistema de archivos a utilizar, lo primero que debemos hacer es identificar la unidad desde Linux. A diferencia de Windows, donde las unidades comienzan por letras, en Linux es algo más complicado.
En Windows, la unidad principal que ejecuta el sistema operativo es la unidad C. Si el disco principal tiene, además, otras particiones o discos duros, las unidades serán D, E y así sucesivamente.
En las distribuciones Linux, la unidad principal del equipo es sda. Todas las particiones que la unidad principal incluyen un número adicional: sda1, sda2, sd3 y así sucesivamente.
Si conectamos otra unidad a un equipo Linux, esta se denominará sdb. Si conectamos una tercera, será sdc. Si la segunda unidad, sdb, tiene dos particiones, estas serán sdb1 y sdb2. Si la tercera unidad tiene 4 particiones, las reconoceremos como sdc1, sdc2, sdc3 y sdc4.
Al igual que en Windows, Linux tampoco nos permite formatear la unidad principal C y sda respectivamente desde el propio sistema. Para hacerlo, tenemos que utilizar el asistente de instalación de Windows y una distribución LiveCD en Linux.
Con la interfaz gráfica
El método más rápido y sencillo para formatear unidades en Linux es utilizando la interfaz gráfica, concretamente la aplicación Discos, una aplicación incluida en las distribuciones Linux más modernas.
Con la aplicación Discos
Nada más abrir la aplicación, esta se divide en dos columnas. En la columna de izquierda, se muestran todas las unidades accesibles desde el equipo. Aquí debemos pulsar sobre la unidad que queremos formatear y, a continuación, nos dirigimos a la columna de la derecha.
Si la unidad no tiene ninguna partición creada, es lo primero que debemos hacer pulsando el signo + y estableciendo el tamaño que queremos que tenga la partición y pulsamos en siguiente. A continuación, en el apartado Tipo, seleccionamos exFAT. Si no aparece, pulsamos en Otro y seleccionamos el exFAT. Finalmente pulsamos en Crear y esperamos a que finalice el proceso.
Para formatear la unidad, nos dirigimos a la parte superior de la aplicación y pulsamos en Nuevo. A continuación, pulsamos en la partición que queremos formatear y con el botón derecho del ratón, seleccionamos que formato de archivos vamos a utilizar. Finalmente, para que dé comienzo el formateo de la unidad, debemos pulsar en el botón Aplicar situado en la esquina superior izquierda de la barra de funciones.
Podemos descargar esta aplicación directamente en nuestro equipo pulsando en el siguiente enlace. La aplicación se encuentra traducida completamente al español, por lo que el idioma no será ningún problema para sacarle el máximo partido.
Utilizando GParted
Si no queremos utilizar la función nativa de Linux que nos permite formatear unidades, podemos utilizar la aplicación GParted, una aplicación que previamente debemos instalar a través terminal utilizando el siguiente comando, no sin antes comprobar si tenemos pendiente alguna actualización:
sudo apt-get update
sudo apt-get install gparted
Una vez ha finalizado la instalación, nos dirigimos al cajón de aplicaciones y ejecutamos GParted. En primer lugar, la aplicación nos pedirá la contraseña de la cuenta de , ya que vamos a realizar cambios importantes en el sistema que pueden implicar la pérdida de datos de alguna de las unidades. Una vez hemos abierto la aplicación, pulsamos en el cuadro desplegable situado en la esquina superior derecha para seleccionar la unidad con la que queremos trabajar.
El tipo de formateo que vamos a utilizar es el lento, por que tardará un buen rato en finalizar dependiendo de la capacidad de la unidad. Si queremos agilizar el proceso añadimos el parámetro /Q al código tal y como os mostramos a continuación:
sudo mkfs.exfat -Q /dev/sdb