Cuando hablamos del Raspberry Pi estamos hablando de uno de los micro-ordenadores más populares que podemos encontrar. Por 40 euros podemos tener un dispositivo que podemos usar para lo que queramos, tanto para programar como para montar nuestro propio servidor casero, tener una retro-consola o llevar un ordenador en nuestro bolsillo. Uno de los pilares más fuertes del RPi es la libertad que nos ofrece a la hora de elegir el sistema operativo que vamos a utilizar. Y aunque en la red podemos encontrar una gran cantidad de distros para este micro-ordenador, él cuenta con su distro oficial: Raspberry Pi OS.
Raspberry Pi OS, antes conocido como Raspbian, es una de las mejores distros para uso general para el Raspberry Pi que podemos encontrar. Esta distro vio la luz del día por primera vez en 2015 como la distro oficial, basada en Debian, para hacer funcionar este micro-ordenador.
Características de Raspberry Pi OS
Raspberry Pi OS es una distro Linux basada en Debian. Sus responsables utilizan esta distro como base y, sobre ella, implementan todas sus mejoras y características. La principal diferencia de Raspberry Pi OS respecto a otras distros Linux es que esta está optimizada para funcionar en procesadores ARM, concretamente en el del Raspberry Pi, no generando fallos ni errores y pudiendo sacar todo el potencial a estas Us.
Esta distro utiliza un escritorio PIXEL (Pi Improved X-Window Environment, Lightweight ), una versión modificada de LXDE con un gestor de ventanas Openbox y un tema personalizado muy característico.
Otra de sus mejores características es el programa «raspi-config«. Con él vamos a poder configurar la distro y el Raspberry Pi muy fácilmente. Las configuraciones que generalmente se suelen realizar a través del terminal podemos hacerlo con esta herramienta, como cambiar la contraseña, gestionar el arranque, actualizar o hacer overclock al RPi.
Requisitos
Al ser una distro especialmente diseñada y optimizada para funcionar en el Raspberry Pi, lo único que necesitamos es tener este micro-ordenador en nuestro poder. Incluso en el Pi 1, con su hardware limitado, funcionará perfectamente.
Además, necesitaremos tener una micro-SD de 8 GB, a ser posible de categoría alta, que nos permita instalar todo el sistema y empezar a trabajar con él sin problemas de espacio. Si vamos a instalar Raspberry Pi OS a través de NOOBS debemos tener una micro-SD de 16 GB.
Opcionalmente, también debemos tener un cable HDMI para conectar la salida al monitor y un teclado y ratón para poder controlarlo.
Mejores alternativas
Es cierto que no hay nada como la distro oficial si queremos usar el micro-ordenador un poco para todo. Sin embargo, si tenemos una idea concreta del uso que vamos a hacer del ordenador, puede que nos interese más usar una distro especializada en dicha finalidad. De esta manera evitaremos tener programas y recursos innecesarios y el funcionamiento del micro-ordenador estará 100% enfocado a ese objetivo.
Ubuntu Server
Aunque Raspberry Pi OS Lite es una distro mucho más pequeña que la normal, si lo que queremos es montar un propio servidor casero (por ejemplo, para descargar, un VPN, almacenamiento, etc) lo mejor es usar una distro de servidor. Canonical cuenta con una versión especial de Ubuntu Server para el Raspberry Pi.
Esta distro, que podemos descargar desde aquí, nos ofrece un entorno mínimo el cual podemos configurar y personalizar a nuestro gusto. Así podremos instalar solo los programas, servicios y paquetes que necesitemos y nada más.
LibreELEC
Otro de los usos más comunes del Raspberry Pi es para el entretenimiento. Por ello, LibreELEC nos permite convertir este micro-ordenador en un completo centro multimedia con Kodi (y nada más) de manera que tengamos un dispositivo específico para usar este programa y conectarlo a cualquier televisión.
Podemos descargar LibreELEC desde el siguiente enlace.
Lakka / Recalbox
Siguiendo con el entretenimiento, uno de los usos más populares de este dispositivo es también convertirlo en una retro-consola. Podemos instalar los emuladores de Libretro en prácticamente cualquier sistema, pero, como era de esperar, existen distros para el Raspberry Pi especialmente diseñadas para este fin.
Lakka, por un lado, es la distro oficial de Libretro para permitirnos convertir el dispositivo en una consola retro, con emuladores y configuraciones incluidos, para que solo tengamos que meter los juegos y empezar a pasar horas jugando. Y para los s que Lakka les pueda parecer algo complicado, Recalbox nos trae una interfaz mucho más sencilla, completa e intuitiva para llevar a cabo esta labor.