Aunque la compatibilidad siempre ha sido uno de los pilares fundamentales de Linux, últimamente cuesta mucho encontrar dicha compatibilidad. Sin ir más lejos, hay muchas distros, como, por ejemplo, Ubuntu y Linux Mint (entre otras muchas), que hay decidido dar la espalda a las arquitecturas x86, por lo que no ofrecen imágenes ISO de 32 bits que nos permitan instalar estos sistemas operativos en estas arquitecturas. Sin embargo, por suerte, no todas las distros son así.
Linux es, a menudo, una de las mejores alternativas que podemos encontrar para dar una segunda vida a nuestro ordenador antiguo. El por qué es muy sencillo: mientras que Apple tiene su ecosistema cerrado y no deja instalar macOS fuera de sus ordenadores, y Microsoft cada vez es más exigente con los recursos de Windows (véase Windows 11 con su TPM 2.0), Linux busca aportar al lo último en tecnología y, a la vez, mantener el menor gasto de recursos posible.
Gracias a ello, es posible encontrar distros pensadas para ordenadores relativamente modernos, como puede ser el caso de Ubuntu, y otras cuyos requisitos son increíblemente bajos, siendo perfectas para que un ordenador se hace 20 años siga funcionando como el primer día.
Linux como tal soporta todo tipo de procesadores y configuraciones de PC, aunque después son los responsables de las principales distros Linux quienes deciden qué soportar y en qué tipo de PCs funcionará dicho sistema. Es por ello por lo que, por ejemplo, podemos encontrar distros que han eliminado el soporte para los 32 bits, mientras que otras están especializadas en estas arquitecturas.
A continuación, si estás buscando un Linux para tu ordenador antiguo, vamos a ver cuáles son las mejores opciones que podemos bajar e instalar.
Mejores Linux de 32 bits
Estas son los mejores sistemas operativos, basados en Linux, de 32 bits que podemos descargar e instalar en PCs antiguos (o no tan antiguos):
Debian
De hecho, es una de las pocas distribuciones respaldadas por la Free Software Foundation, lo que es, sin duda, una demostración de que todavía se pueden crear distribuciones con aplicaciones de código abierto en la actualidad sin recurrir a lo fácil. La versión más moderna de Trisquel no ofrece soporte para equipos de 32 bits, sin embargo, podemos descargar una versión anterior que todavía sigue recibiendo actualizaciones directamente desde su página web, a la que podemos acceder pulsando en este enlace.
Preguntas frecuentes
Si tienes dudas sobre los sistemas Linux para 32 bits, vamos a resolverlas a continuación.
¿Cuál es la mejor de todas?
Como podemos ver, a diferencia de lo que ocurre con Windows, que ya no tenemos versión para 32 bits (a partir de Windows 11), dentro del ecosistema Linux aún podemos encontrar una buena variedad de alternativas que funcionan con esta arquitectura. No es lo más recomendable, ya que los 64 bits solo tienen ventajas sobre los 32 bits, pero, en caso de necesitarlo (por motivos de compatibilidad, porque el procesador sea muy antiguo, etc), tenemos donde elegir.
De todas ellas, si tenemos que elegir una de las mejores alternativas, sin lugar a duda elegiríamos Debian. Además de ser la base utilizada por la mayoría de las otras, esta cuenta con un desarrollo muy activo por parte de sus desarrolladores, y con una excelente comunidad dispuesta a ayudar a todos los s a resolver sus dudas y problemas. Esto, siempre que el PC sea relativamente nuevo y potente.
En caso de tener un ordenador antiguo al que querer dar una segunda vida con un Linux de 32 bits, entonces nosotros apostaríamos por otras dos alternativas. Por un lado, tenemos Bodhi, un sistema similar a Ubuntu para aquellos que ya están familiarizados con este SO, y por otro tenemos Slax, una alternativa ideal para PCs que corren con menos de 128 MB de memoria RAM. Por último, si somos s avanzados y experimentados, entonces debemos dar también una oportunidad a Arch, un sistema minimalista que correrá con lo mínimo y necesario sin sacrificar sus funcionalidades.
¿Tu PC es aún más viejo y tiene 64 MB de memoria RAM? No te rindas. Tiny Core Linux es una distro ideal para darle una segunda oportunidad.
¿Por qué elegir 32 bits?
Puede que pensemos, ¿para qué vamos a necesitar una ISO de un Linux de 32 bits? La respuesta es sencilla: por razones de compatibilidad. Si tenemos un ordenador antiguo y queremos darle una segunda vida, si su procesador no es de 64 bits, directamente no vamos a poder ni cargar el menú de arranque del sistema operativo.
Y lo mismo ocurre con programas de 32 bits. Sin ir más lejos, Steam, y sus juegos, funcionan en 32 bits, y aunque Ubuntu y las demás distros aún tienen las librerías incluidas, estas no van a estar ahí para siempre (ya ha habido intentos de eliminarlas), lo que puede causarnos a la larga más problemas que beneficios.
Los sistemas operativos de 32 bits consumen generalmente menos espacio en el disco duro, además de utilizar menos recursos, sobre todo, memoria RAM. Y aunque los sistemas de 32 bits están limitados a un máximo de 4 GB de memoria RAM, el Kernel Linux puede ignorar este límite si utilizamos un Kernel PAE. Al consumir menos recursos, si el equipo donde queremos instalar Linux es de bajos recursos, pero dispone de un procesador de 64 bits, es recomendable utilizar una distro de 32 bits, ya que así vamos a ganar en velocidad y consumo de recursos algo que, sin duda, es de agradecer en equipos antiguos. Si, además, reemplazamos el disco duro por una unidad SSD, también vamos a conseguir mejorar muchísimo el tiempo de arranque y ejecución de aplicaciones que nos permitirán conseguir unos recursos adicionales que el procesador no nos ofrece debido a su antigüedad.
Por suerte, aún hay muchas distros Linux que apuestan por la compatibilidad y siguen ofreciendo a los s imágenes ISO para usarlas en sistemas de 32 bits sin problemas. Aunque inicialmente pueda parecer que estas distribuciones están condenadas a desparecer, no lo harán en los próximos 5 o 10 años, pero si dentro de 15 o 20, cuando ya no tengan ningún sentido ni utilidad un hardware tan antiguo.
¿Puedo actualizar a 64 bits más adelante?
La respuesta corta es que no. Si has instalado un sistema de 32 bits, solo podrás instalar las actualizaciones que se hayan lanzado para el sistema que has instalado. Pero no es posible dar el salto de un sistema de 32 bits a uno de 64 bits para usar en el futuro las características de estos otros sistemas.
Lo que sí se puede hacer es formatear e instalar de cero el nuevo sistema de 64 bits en el PC, siempre que el hardware lo permita. Pero actualizar como tal, es algo imposible.
Qué debemos buscar en estas distros
Cuando vamos a elegir una distro Linux para 32 bits, debemos tener en cuenta varios aspectos. El primero de ellos es que cada vez hay menos distro de este tipo, ya que a los desarrolladores no les merece la pena mantenerlas teniendo en cuenta la poca cuota de mercado que tienen en comparación con las estándar de 64 bits. Por lo tanto, lo esencial es asegurarnos de que tienen soporte. Debemos ver qué versión del Kernel Linux utilizan, y cada cuándo los desarrolladores lanzan parches para corregir fallos e irla mejorando poco a poco. Si una distro está abandonada y ya no recibe actualizaciones no solo no funcionará bien, sino que incluso podemos estar en peligro.
Otro elemento fundamental a la hora de elegir un Linux de este tipo es que sea gratis. Aunque es raro encontrarnos con Linux de pago (aunque sí los hay), es posible que algunos desarrolladores decidan aprovecharse de la poca variedad de estas distros y pedir a los s que paguen a cambio de darles un sistema con soporte. Si es el caso, directamente debemos volver atrás y elegir otra distro diferente.
Por lo demás, ya solo nos queda buscar las características estándar del sistema. Por ejemplo, debemos elegir una distro que nos guste, con un escritorio que, o bien nos resulte familiar, o con el que nos sintamos cómodos. Además, también debe tener las funciones que podamos necesitar, así como venir por defecto con una buena colección de software para no perder el tiempo instalando nosotros programas.
Qué alternativas tengo si no quiero instalar un sistema de 32 bits
Además de los sistemas de 32 bits, también existen otras arquitecturas que podemos usar en nuestro PC. La más común es la de 64 bits. Por lo tanto, si por alguna razón no queremos instalar un sistema de 32 bits, lo que podemos hacer es dar una oportunidad a esos sistemas de 64 bits, mucho más modernos y actualizados, para trabajar con el PC.
El problema es que para poder instalar estos sistemas es necesario que tengamos un hardware moderno, compatible con las instrucciones x64, ya que si el PC es muy antiguo puede que no sea compatible. En ese caso, o bien cambiamos el procesador por uno AMD64, o no nos quedará más opción que instalar un sistema de 32 bits.