A menudo, confiamos demasiado en los discos duros. Es cierto que son sistemas de almacenamiento robustos y fiables, y pueden guardar nuestros datos durante años sin problemas. Pero siempre puede haber pequeños problemas que pueden hacer que una unidad falle, y nos quedemos sin los datos que hemos guardado. Por ello, siempre recomendamos tener una copia de seguridad, al menos de lo más importante. Pero, siendo sinceros, en la práctica casi nadie las hace.
Un error muy común al trabajar con discos duros es encontrarnos, de repente, con que el disco ha perdido el sistema de archivos y ha aparecido como en «formato RAW«. Todos nuestros datops han deaparecido, y lo único que nos deja hacer el sistema operativo es formatearlo para volver a usarlo.
En un principio, esto puede dar miedo, y hacernos pensar que hemos perdido los datos. Pero, antes de nada, que no cunda el pánico. Vamos a ver realmente qué es el formato RAW, por qué ocurre y cómo recuperar los datos que había en el disco duro.
Qué es el formato RAW del disco duro
Un problema similar lo podemos encontrar a la hora de conectar una unidad de almacenamiento externa al PC y no ver nada de lo que teníamos guardado. Aquí entran en juegos elementos tan usados hoy día como las memorias USB o los discos externos. Son varias las razones por las que todo lo aquí almacenado pueda desaparecer repentinamente, ya sea por accidente o por algún error del hardware. Pero estas mismas líneas nos queremos centrar en un fallo o característica que en ocasiones es bastante habitual.
Os contamos esto porque se puede dar el caso de que no podamos acceder a esa memoria o disco USB debido a que aparece con formato RAW. Es posible que muchos de vosotros nunca hayáis oído hablar del mismo, pero esto es algo que debemos solucionar. El problema de encontrar un dispositivo de almacenamiento formateado en RAW es que en un principio no vamos a poder acceder a la información contenida. De hecho, no podremos abrirlo ni recuperar los archivos Y carpetas que en el pasado guardamos aquí.
Esta aplicación es compatible a partir de Windows Vista en adelante y podemos descargarla a través del siguiente enlace.
Por qué los discos duros se pone en RAW
Pues bien, antes de nada, lo que debemos saber es que una unidad de disco nos la encontramos en formato RAW cuando, por alguna razón, pierde su sistema de archivos original. Aquí nos referimos a los habituales FAT32, NTFS, exFAT, y otros. Llegados a este punto, diremos que el sistema no puede leer la información del dispositivo, por lo que lo marca como RAW. Esto es algo similar a lo que sucede con las imágenes en este mismo formato. Es decir, que los correspondientes datos guardados están almacenados sin ningún tipo de tratamiento ni compresión.
Lo que sucede cuando una unidad con un sistema de archivos de repente pasa a convertirse en RAW es similar a una hoja de cálculo que se convierte en una enorme pila de letras y números. Cuando eso sucede, es imposible saber dónde comienzan las palabras y los valores individuales, y nuestro software de hoja de cálculo puede incluso negarse a abrir el archivo, incapaz de reconocer que el archivo es en realidad una hoja de cálculo.
Esto se traduce en que el propio sistema no lo puede leer, al menos de entrada, pero nada ha desaparecido. Eso sí, las razones de este cambio pueden ser varias. La buena noticia es que todos los datos originales todavía se encuentran en el disco, solo que no son fácilmente accesibles. Al realizar la recuperación de datos sin procesar, podremos extraer archivos importantes directamente de la unidad RAW o convertir la unidad RAW nuevamente a un formato legible.
No usar la función de extracción segura
Pero una de las más habituales en este sentido es que hayamos desconectado la unidad externa de manera inconveniente. Y es que una buena cantidad de s, en lugar de hacer uso de la función de extracción segura, desconectan la unidad en caliente sin otra medida de precaución. Esto es algo que se puede dar tanto en los sistemas Windows como Linux al igual que en macOS, lo que conlleva ciertos riesgos llegando incluso a dañar el propio dispositivo de almacenamiento. Windows, debería mostrar un icono de la unidad al igual que hace macOS para así invitarnos a recordar que es necesario arrastrar a la papelera para realizar la extracción segura. El icono que se muestra oculto en la barra de tareas, nadie lo ve, y mucho menos los s novatos.
Asimismo, en el caso de que desconectemos la unidad mientras el sistema está leyendo o escribiendo en la misma, cabe la posibilidad de que la tabla de particiones se dañe. Como os podréis imaginar esto se traducirá en que aparecerá el comentado formato RAW. Sin embargo, más adelante veremos cómo podemos devolver a la vida a esta unidad.
Problemas con el hardware de almacenamiento
Con todo y con ello esta no es la única razón por la que se puede llevar a cabo conversión con la reforma y lo mató en estas unidades de disco. por otras razones pues sencillamente por el azar se puede dar el caso de que aparezca un fallo mecánico en el dispositivo. En el momento en el que tenemos este tipo de errores lo mejor que podríamos hacer es realizar una copia de seguridad antes de que el daño resulte irreparable. y es que posiblemente más tarde o más temprano tendremos que sustituir la unidad por otra.
En este caso posiblemente nos encontremos con ciertos sectores defectuosos, conectores que no funciona bien como es debido, etc. Todo ello desencadenaría en determinados fallos con la unidad incluyendo el que os estamos hablando en estas mismas líneas.
El sistema de archivos de la unidad no es compatible con Windows
De forma nativa las últimas versiones de Windows son compatibles con el sistema de archivos NTFS (un sistema de archivos propietario de Microsoft y optimizado para trabajar con unidades y archivos de gran tamaño), FAT32 y exFAT. Pero, estos no son los únicos sistemas de archivos que podemos encontrar tanto en pendrives como en discos duros externos.
Además de los sistemas de archivos NTFS, FAT32 y exFAT, también existen los formatos APFS (propietario de Apple y cuyo objetivo es el mismo que NTFS en Windows), ext2, ext3 y ext4. Los sistemas de archivos ext2, ext3 y ext4 corresponden a unidades que utilizan el sistema de archivos de Windows. ext2 y ext3 con sistema de archivos muy antiguos y apenas se utilizan en Linux, siendo ext4 en que utilizan la mayoría de las distribuciones.
Si conectamos un disco duro o pendrive a un equipo gestionado por Windows y que no es ninguno de los sistemas de archivos que hemos mencionado (NTFS, exFAT y FAT32), el sistema no será capaz de reconocerlo, por lo que no vamos a poder interactuar con la unidad. La única posibilidad de hacerlo es utilizando una aplicación de terceros que si nos permita acceder a esas unidades. Si queremos acceder a unidades ext4 desde Windows, podemos hacerlo a través de la línea de comandos siempre y cuando habilitemos en primer lugar WLS, el subsistema de Windows para Linux en el equipo.
Hemos formateado la unidad en otro sistema
Lo cierto es que las unidades de almacenamiento externas que usamos hoy en día, muchas veces las conectamos a todo tipo de dispositivos. Esto se debe a que multitud de equipos, ya sean del tipo que sean, disponen de un puerto USB para conectar estos elementos hardware. Pero claro, debemos tener en consideración que no todas las estructuras de archivos son compatibles unas con otras, de ahí que muchas veces tengamos que formatear la unidad en el equipo. De ahí precisamente se pueden presentar determinados problemas a la hora de leer los contenidos almacenados en un disco duro USB o una memoria externa.
El equipo que hayamos utilizado anteriormente puede haber utilizado su propio formato, como por ejemplo el mencionado RAW, y al conectarlo en un PC con Windows, no tenemos al contenido. En los tiempos que corren esto es algo bastante más habitual de lo que podría parecer. Pero eso no quiere decir que hayamos perdido todo aquello que en su momento guardamos en ese sistema de almacenamiento. Sencillamente tendremos que intentar que vuelva a ser compatible con nuestro ordenador basado en el sistema de Microsoft.
Esto es precisamente lo que os vamos a mostrar a continuación. Eso sí, a pesar de no tener a los archivos y carpetas guardados en un principio, no debemos formatear la unidad en el PC, en ese caso sí que perderíamos definitivamente todos los datos guardados. Veamos qué soluciones alternativas podemos utilizar para solucionar el problema.
Algún código malicioso ha dañado el sistema de archivos
En ocasiones nos encontramos con algunos graves problemas que se suceden en nuestro ordenador y sus componentes hardware sin que los esperemos. Una de las razones más habituales por las que esto puede suceder es debido a algún agente externo malicioso que se haya colado en nuestro equipo y no tengamos conocimientos de todo ello. Nos podemos encontrar con virus o códigos maliciosos que hacen todo tipo de cambios en el equipo, algo que igualmente pueda afectar a las unidades de almacenamiento.
Básicamente esto quiere decir que se puede dar la circunstancia de que de pronto nuestro ordenador no arranque de manera habitual y la unidad de disco no sea capaz de reconocer el sistema operativo. Ese código malicioso que se ha colado ha podido cambiar por sí solo el sistema de archivos y ha convertido el disco duro principal en RAW, tal y como hemos comentado en estas líneas.
Nos podemos encontrar con algunos tipos de códigos maliciosos que dañan el funcionamiento del ordenador para que no podamos acceder al mismo. Este es el caso que podría haberse dado en estas circunstancias cambiando la configuración del disco duro principal. Quizá en este caso lo mejor que podríamos hacer es arrancar el equipo con un antivirus tipo Live para llevar a cabo un análisis completo del PC.
A partir de ahí y si la solución de seguridad está convenientemente actualizada, debería limpiar los códigos maliciosos detectados y ya tener a nuestro equipo. Además debemos tener en consideración que este tipo de ataques puede afectar a cualquier componente que tengamos instalado y hacer que el software no funcione tal y como nos gustaría.
Cómo evitar que vuelva a pasar
Tanto si hemos podido recuperar los datos (esperemos que sí), como si no, os vamos a recomendar una serie de consejos para evitar que este problema vuelva a pasar y volvamos a perder nuestros datos, consejos que podemos seguir con tan solo utilizar el sentido común, no hace falta apuntarlos en un lugar donde siempre estén a la vista para recordarnos los riegos de no llevar cuidado con nuestro equipo.
- Desconectar siempre los dispositivos con seguridad. Aunque es cierto que parece cosa del pasado, hay veces que desconectar una unidad a la fuerza mientras está funcionando puede dar lugar a este problema. Por tanto, debemos asegurarnos, antes de desconectar un pendrive o un disco duro externo del ordenador que este no se está utilizando. Y desmontarlo de Windows antes de quitarlo pulsando en el icono que se muestra a la derecha de la barra de tareas para expulsar la unidad correctamente y que Windows la desmonte del equipo, al igual que se hacen en Linux y macOS. También podemos extraer de forma segura la unidad, directamente desde el explorador de archivos, situando el ratón encima de la unidad y seleccionando la opción Extraer. Tanto si realizamos el proceso desde el explorador de archivos como si lo hacemos desde la barra de tareas, el resultado será siempre el mismo.
- Cuidado al formatear. Un gran poder también incorpora una gran responsabilidad, y este proverbio se puede aplicarse perfectamente al formateo. Si vamos a formatear una unidad, debemos asegurarnos de que tenemos seleccionada la unidad adecuada para evitar borrar la que no es. Para ello, antes de hacer clic en el botón formatear debemos contar hasta 10, mientras pensamos y nos asegurarnos de que todo está correcto. Debemos asegurarnos de qué unidad está a punto de formatear porque un solo error podría costarnos todos nuestros datos.
- Copias de seguridad. Volvemos a la importancia de lo básico: las copias de seguridad. Si llevamos una buena práctica de backups, y ocurre esto con un disco duro, lo más rápido es formatear el disco y restaurar en él la copia de seguridad. Con ello no solo ganamos en tranquilidad, sino que también ahorramos en tiempo ya que no tendremos que buscarnos la vida utilizando aplicaciones para recurar datos de unidades que han sido formateadas, en las que ha desaparecido la partición y demás.
- Evitar el software dudoso. Si somos de los s que solemos bajar software de Internet (y no cualquier software, sino programas potencialmente peligrosos de webs de dudosa fiabilidad), entonces debemos cortar por lo sano. Así no correremos el riesgo de bajar un malware al PC y poner en peligro nuestros datos y la integridad del disco duro. Este problema, en un principio debería estar resuelto con un buen antivirus, sin embargo, los amigos de lo ajeno cada vez se lo ponen más difícil a este tipo de aplicaciones.
- Escanear el PC en busca de virus: el malware puede causar todo tipo de problemas desagradables e incluso puede convertir una unidad que funciona perfectamente en una pizarra en blanco. Para protegernos contra las amenazas más recientes, debemos asegurarnos de tener instalada un sistema de seguridad de confianza y no olvidar usar el sentido común cuando naveguemos por Internet y leamos mensajes de correo electrónico. Windows Defender es más que suficiente para cubrir las necesidades de la mayoría de los s domésticos, pero no para s que habitualmente descargan cualquier tipo de contenido de internet sin importarles su procedencia.
- Controlar el estado de salud de los discos duros. Por último, debemos saber que por mucho que a todos nos encantaría, los dispositivos de almacenamiento no tienen una vida útil infinita. Es por ello que, para evitar problemas de pérdida repentina de datos, debe monitorizar de manera proactiva el estado de su disco. Para ello, debemos usar periódicamente programas como CrystalDiskInfo, que nos permiten conocer el estado de salud de los discos duros de manera que podamos adelantarnos a un fallo inminente que pueda aparecer. Esta es una tarea que podemos hacer, por ejemplo, cada dos meses, especialmente si pasa mucha información por nuestra unidad de almacenamiento, ya que el desgaste al que se somete no es el mismo que en un equipo que únicamente se utiliza para navegar y ver películas.