Uno de los principales motivos por los que un ordenador puede ir lento es porque tiene muchos programas ejecutándose al mismo tiempo. Aunque no los hayamos abierto nosotros, desde el momento en el que iniciamos sesión hay muchos programas y procesos que se ejecutan en el PC. Algunos de ellos útiles y necesarios para el correcto funcionamiento del PC, pero otros muy prescindibles y que, de deshabilitarlos, podríamos mejorar el rendimiento de Windows.
Hay muchas razones por las que un programa se ejecuta el inicio de Windows. Algunos programas lo hacen para estar listos desde el primer momento para dar servicio a los s (por ejemplo, en el caso de Spotify), y otros para buscar actualizaciones y mantener el programa actualizado, como es el caso de Chrome o Adobe.
Pero el problema se da en Windows cuando algunas de estas aplicaciones que instalamos en el sistema se añaden al inicio de este sin razón alguna. Además, a todo esto, le podemos sumar que en muchas ocasiones esto se lleva a cabo sin que nos demos cuenta, lo que ralentiza de manera ostensible el inicio general del equipo. Sin embargo, todo esto es algo que tiene fácil solución, y además varias vías para solventarlo. Esto es precisamente de lo que os hablaremos a continuación y así mejorar el arranque de nuestro ordenador y el inicio del sistema operativo de Microsoft.
Qué son los programas que se ejecutan al inicio
Los programas al inicio en Windows no son otra cosa que aquellos que se ejecutan en el momento que arranca el sistema operativo. Una característica que ofrecen algunas aplicaciones y que, generalmente, puede configurarse desde los ajustes de esta. De todas formas, también lo podemos configurar desde el propio Windows, y usando programas especialmente diseñados para este fin.
Cuando un programa de inicio de Windows se arranca en el momento de encender el equipo, éste se queda en ejecución para que lo podamos usar cuando queramos. Algo útil en ciertos programas, pero que puede ser un problema para el rendimiento del sistema si son programas que no usamos o no necesariamente necesitamos que estén abiertos desde el momento en el que encendemos el PC.
Hay s que defienden la postura de que algunos programas carguen al inicio de Windows, y otros que prefieren dejar el arranque lo más limpio posible. ¿Cuál es mejor?
Cada configuración tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo, los programas que se cargan (completos, o una parte) al arrancar el ordenador los tendremos listos para usar desde el primer momento. Esto es vital, por ejemplo, para los antivirus, o para los drivers del hardware que tengamos instalado, e incluso nos permite mantener nuestros programas siempre actualizados (como ocurre, por ejemplo, si arrancamos automáticamente Adobe Creative Cloud), pero es innecesario para muchos otros programas. Sin embargo, tener estos programas activados al inicio harán que Windows tarde más en arrancar, y que durante los primeros momentos del uso del PC este irá más lento, especialmente cuando se trata de discos duros mecánicos (HDD), un problema no nos vamos a encontrar si utilizamos SSD. Además, los SSD ofrecen unos niveles de lectura y escritura mucho más rápidos, por lo que las aplicaciones también se abrirán mucho más rápidas que utilizando un HDD.
Si desactivamos, podemos liberar memoria y recursos al inicio, y conseguiremos que el PC vaya más rápido en general. Pero cada vez que necesitemos un programa tendremos que abrirlo, y eso llevará tiempo y consumir U y memoria. Además, no podremos aprovecharnos de, por ejemplo, las actualizaciones automáticas. Eso sí, los programas no dejarán de funcionar.
Si queremos que nuestro ordenador funcione correctamente, una de las funciones básicas de mantenimiento es controlar qué programas se cargan al inicio de Windows y deshabilitar todo aquello que no necesitemos. A continuación, os explicamos varias formas de hacerlo.
Programas que más hacen que Windows tarde en encender
Aunque no seamos de los que suelen llenar nuestro ordenador de todo tipo de programas, hay programas esenciales de esos que instalamos todos siempre en el PC, que terminan por pasar factura al rendimiento del PC. El primero de ellos es Google Chrome. El popular navegador web, que, seguro que la mayoría tenemos instalado en el ordenador, es uno de los que más puede ralentizar el rendimiento del PC. Y esto es porque, por defecto, está configurado para arrancar por defecto las extensiones y las aplicaciones de Chrome, y quedar funcionando en segundo plano, con lo que eso supone. Lo mismo ocurre con otros navegadores, como Firefox, que cargan procesos al inicio de Windows. Sin embargo, eso no ocurre con Edge, ya que además de ser el navegador nativo de Windows, también forma parte del sistema, aunque únicamente carga la parte necesaria para que funcione el sistema al iniciar, no la parte del navegador.
La suite de Adobe Creative Cloud, por ejemplo, es otro de los programas que más puede hacer que nuestro PC tarde más de la cuenta en arrancar. Da igual que hayamos instalado Acrobat Reader que Photoshop, Premiere, o toda la suite al completo. El software de control de la suite se cargará automáticamente al arrancar el PC, sumando valiosos segundos al tiempo de arranque del ordenador. Las aplicaciones para sincronizar los datos con la nube también suelen ser las que habitualmente suelen retrasar el inicio del equipo pero que son fundamentales para no permite ningún cambio que hagamos en el equipo.
Programas gaming, como Logitech G Suite o iCUE, también son otras de las herramientas que más suelen ralentizar la carga del ordenador. Por ello, si nuestros periféricos tienen memoria integrada, lo ideal es configurarlos una vez, guardar la configuración dentro del teclado, ratón o periférico que sea, y mantener estos programas cerrados. Aplicaciones para hacer capturas de pantalla, para modificar la configuración de los botones del ratón o teclado y pequeñas aplicaciones que añaden funciones no disponibles de forma nativa en Windows, también las vamos a encontrar entre los elementos que se inician cada vez que arrancamos Windows. Por lo general, estas pequeñas aplicaciones consumen muy poco espacio en memoria y apenas afectan al consumo de recursos tanto al iniciar el equipo como al utilizarlo de forma habitual.
Otra de las aplicaciones que, de forma nativa, se inician cada vez que ejecutamos Windows, aunque no tengamos una cuenta en la plataforma es Spotify, la plataforma de música en streaming más utilizada en todo el mundo, una aplicación, además de quitarla del menú de inicio, también podemos eliminar. Pero, si la utilizamos, podemos iniciarla cuando queramos, no cada vez que se encienda el equipo. Si no utilizamos OneDrive, más allá de los 5 GB de espacio que nos ofrece Microsoft, es otra de las aplicaciones que podemos eliminar del inicio al igual que Skype o Teams, dependiendo de la versión de Windows que utilicemos.
Google Drive, Dropbox, Mega y otras aplicaciones de almacenamiento en la nube también se inician automáticamente al arrancar el equipo para así ofrecer a los datos sincronizados en todo momento. El problema de desactivar estas aplicaciones para que el equipo se inicie más rápido es que podemos tener un problema a la hora de editar un archivo al no tener la última copia disponible y acabar perdiendo parte de su contenido.
Antes de eliminar aplicaciones que se inician junto al equipo, debemos valorar si realmente las utilizamos en el día a día. De nada sirve que Spotify se inicie el encender todos los días el equipo sin luego no lo vamos a utilizar. Sin embargo, si trabajamos con Google Drive o OneDrive, es necesario, si o si, que estas aplicaciones se inicien al arrancar el equipo ya que, de lo contrario, su funcionalidad se reduce a cero. Lo mismo sucede con aplicaciones para gestionar el teclado o ratón. En el caso de los navegadores es diferente ya que, a no ser que lo primero que hagamos siempre sea abrir el navegador, para lo único que sirve se cargue al iniciar el equipo es para que el equipo tarde más en hacerlo y prolongar, innecesariamente, el tiempo necesario para que el equipo esté listo para funcionar.
Ver aplicaciones que se abren al inicio
Hay varias formas de ver y controlar los programas que se abren al inicio de Windows. Debemos tener en cuenta que tanto el método del de tareas como el del de Configuración se complementan. Es decir, los cambios de uno se reflejarán directamente en el otro. Eso sí, la carpeta Inicio de Windows es independiente, y lo que copiemos, o borremos, de ella no afectará a los otros dos apartados.
Con el de tareas
La primera de estas formas es desde el propio de tareas. Pulsamos «Control + Shift + Esc» y, en la pestaña «Inicio», podremos ver todos estos programas.
Si queremos eliminar cualquiera de las aplicaciones que se inician al arrancar el PC, tan solo debemos pulsar dos veces sobre la línea de la aplicación para que la columna Disabled, muestre No en el apartado de esa aplicación. Si cambiamos de opinión y queremos que la aplicación vuelva a iniciarse junto al equipo, tan solo debemos realizar el proceso contrario. WhatInStartup es una aplicación completamente gratuita que podemos descargar a través de este enlace a su página web. Además de la aplicación principal, también debemos descargar el paquete del idioma desde la misma web. Ese archivo debemos copiarlo en la misma dirección donde se encuentre la aplicación para que, automáticamente, reconozca el archivo y muestre la interfaz de en español.
Puntos positivos
Aplicación gratuita, con muchísima información (aunque para algunos no sea necesaria), ocupa muy poco espacio y funciona sin problemas en Windows a partir de la versión 2000, incluyendo Windows 11.
Aspectos negativos
La aplicación como tal lleva unos cuantos años sin actualizarse, sin embargo, funciona sin problemas con las últimas versiones de Windows 11 a pesar de que sus desarrolladores la tengan abandonada.
¿Realmente afectan al rendimiento?
Lo de tener el inicio de Windows lo más reducido y limitado posible es una práctica que se lleva llevando a cabo desde hace muchos años, desde la era de Windows XP. Sin embargo, la informática ha cambiado mucho, y hoy en día hasta el ordenador de gama más baja puede sin problemas con los procesos que crean los programas que se abren en segundo plano. Y las grandes cantidades de memoria RAM (cualquier PC tiene, como poco, 4 GB) hacen que no nos quedemos sin recursos nada más encender el PC. Aunque en el pasado sí era algo necesario y recomendable, hoy en día ha quedado como una tarea de mantenimiento opcional, sin tanta importancia.
Es cierto que cuanto menos se inicie automáticamente con el PC, este arrancará más rápido, no podemos negarlo. Pero ¿realmente puede haber una diferencia de minutos como antaño? La verdad es que no. Simplemente conseguiremos que el ordenador no tenga tantos programas y procesos innecesarios al inicio, y sí notaremos el PC algo más ligero, pero nada del otro mundo especialmente en unidades SSD. Sin embargo, donde si se nota es en discos duros mecánicos, donde el equipo puede tardar varios minutos y no segundos en estar listo para utilizarse, a diferencia de los segundos necesarios en unidades SSD. Si utilizamos un equipo antiguo con disco duro mecánico se notará mucho la diferencia al eliminar aplicaciones del arranque que en un SSD, por lo que, si el equipo es compatible, por antiguo que sea, podemos reemplazar el HDD por un SSD y así, no solo reducir a segundos el inicio del equipo, sino también darle una nueva vida, ya que todas las aplicaciones se abrirán de una forma mucho más rápida.
Donde sí nos podemos encontrar problemas es cuando algunos de los procesos más pesados (Google Chrome, Adobe, etc) intentan abrirse a la vez. A pesar de que los procesadores modernos son multi-hilo y tienen varios núcleos, estos procesos tan pesados pueden pasarle factura y hacer que, durante un tiempo, el ordenador vaya lento. Por ello, aquí es donde destaca una de las funciones que nos ofrece Autorun Organizer, y es la posibilidad de retrasar el arranque de ciertos programas. De esta manera, en lugar de hacer que todos se abran a la vez, lo que conseguimos es que el ordenador no se sature al arrancar y vaya abriendo los programas y servicios menos relevantes con el paso del tiempo.
Componentes del equipo que se ven afectados
Evidentemente si tenemos un ordenador de última generación y le hemos configurado para soportar los más recientes juegos lanzados al mercado, por ejemplo, posiblemente no tengamos problemas con los programas que se añaden al inicio de Windows. Pero si tenemos un ordenador antiguo o un tanto limitado en cuanto a sus especificaciones, esto va a mermar ostensiblemente su rendimiento.
No cabe duda de que los dos componentes hardware que más se verán afectados por esta sobrecarga de software en el inicio del sistema, son tanto la memoria RAM del equipo como su procesador. Ambos elementos tendrán que gestionar el funcionamiento en segundo plano de ese software, a veces sin que ni siquiera nos demos cuenta, y de manera constante. Esto afectará negativamente al funcionamiento y fluidez del resto de programas que ejecutemos y que sí necesitamos realmente. A todo ello le debemos sumar el consumo que ya de por sí hace el sistema operativo de Microsoft, por lo que, si por ejemplo trabajamos con un ordenador que cuenta con 8 gigas de memoria RAM, posiblemente nos veamos en problemas.
Cómo evitarlo en Windows
Si no tenemos cierto cuidado y no somos capaces de detectar estas aplicaciones que se sitúan en el inicio y arrancan con el equipo, nos podemos encontrar con una buena cantidad de software en este apartado, que no deseamos tener. Hay que tener en consideración que en la mayoría de las ocasiones estos programas se configuran en el arranque del sistema operativo por sí solos, pero también es importante que tengamos en consideración que podemos prevenir esto de manera muy sencilla.
Y es que, aunque no lo creamos, aunque a priori pensemos que estas aplicaciones se establecen en el inicio por sí mismas, más veces de las que pensamos somos nosotros los que aceptamos este movimiento. En muchas ocasiones tenemos la posibilidad de configurar un determinado programa para que se sitúe en este apartado mientras lo instalamos por primera vez en el equipo. Pero como muchos de vosotros ya sabréis, en la mayoría de las ocasiones hacemos caso omiso de los asistentes de instalación con los que nos encontramos.
Con esto lo que os queremos decir realmente es que deberíamos prestar más atención a dichos asistentes que en multitud de ocasiones nos preguntan acerca de la posibilidad de situar este nuevo programa en el inicio de Windows, por lo que podremos especificar que no deseamos que esto suceda.
Evita futuros problemas
Muchas son las aplicaciones que, durante el proceso de instalación, nos informan si queremos ejecutar la aplicación durante el inicio de Windows, sin embargo y lamentablemente, muchas otras no lo hacen. Para evitar llevarnos sorpresas, nada más instalar una aplicación, debemos comprobar a través de las opciones de configuración de la aplicación, si esta se ejecuta al iniciar Windows.
Si es así, debemos desmarcar la casilla para evitar encontrarnos con una pérdida de rendimiento en el equipo nada más instalar aplicaciones, pérdida de rendimiento que apuntará directamente a las últimas aplicaciones que hemos instalado. A no ser que se trate de una aplicación de mensajería o de correo electrónico que siempre nos pueda interesar tenerlas abiertas nada más iniciar el equipo, lo mejor es revisar y desactivar esa opción.
Si no lo hacemos, con el tiempo, nuestro equipo tardará más tiempo en arrancar y el número de recursos disponibles para utilizarlo será cada vez más reducido, invitándonos a formatear y volver a instalar Windows, un proceso que podemos evitar si llevamos cuidado con las aplicaciones que se ejecutan al iniciar nuestro equipo.
Con todo y con ello y teniendo en consideración que muchos s tan solo reinstalan el sistema operativo de Microsoft desde cero cada varios años, es importante echar un vistazo a esta sección de manera periódica. No es necesario que vigilemos las aplicaciones añadidas a la sección de inicio del de tareas a diario, pero sí echar un vistazo de vez en cuando. Antes os hemos hablado de aquellos programas que instalamos en el equipo y que a través de su asistente nos dan la posibilidad de añadir el mismo a este apartado.
Tal y como os contamos antes basta con estar un poco atentos para no activar esta función automática. Pero de igual modo debemos tener en consideración que no todas las aplicaciones que instalamos en Windows nos dan la posibilidad de elegir. Con todo ello lo que os queremos decir es que hay ciertos programas que se añaden al inicio para ponerse en funcionamiento junto al arranque del equipo por sí mismos. No nos dan la posibilidad de seleccionar nuestra preferencia y elegir por nosotros mismos.
De ahí precisamente la razón de echar un vistazo a ese apartado del sistema para ver aquellos programas que están arrancando junto al inicio y desactivar todo aquello que no nos interese. Por ejemplo, podemos hacer esta comprobación que os comentamos si en un momento determinado vemos que el arranque del sistema operativo se demora más de lo habitual.