Las tarjetas SD son un dispositivo de almacenamiento externo muy usado, especialmente para en cámaras digitales o teléfonos móviles. Es por ello por lo que resulte muy habitual encontrar ordenadores portátiles que dispongan de una un slot para este tipo de tarjetas. Por lo general, estas tarjetas deben funcionar correctamente, pero cuando ocurren errores de escritura, lo cierto es que se pueden convertir en toda una pesadilla.
Algo similar sucede con las populares memorias USB que tanto utilizamos para almacenar todo tipo de ficheros y carpetas. Estos pequeños dispositivos de almacenamiento se han convertido en elementos de uso habitual para la mayoría de los s gracias a la facilidad que nos proponen a la hora de transportar datos de un PC a otro. Pero eso no quiere decir que en determinadas ocasiones puedan presentar algunos fallos de funcionamiento que nos lleven a no poder utilizarlos normalmente.
Así, en el momento menos esperado, podemos encontrarnos que no es posible agregar un nuevo archivo o eliminar nada de la tarjeta, lo cual nos cree duda de cómo poder solucionarlo. Por ello, hoy os vamos a hablar de las causas más comunes por lo que nuestra tarjeta SD pueda dar problemas y cómo poder arreglarlo. Si bien estos trucos se encuentran enfocados a las tarjetas SD, también pueden ser válidos para memorias USB que os comentamos antes.
Y es que uno de los problemas más habituales a la hora de intentar acceder a interactuar con los datos aquí almacenados, puede estar relacionado con la protección de seguridad de la que disponen muchos de estos productos.
Qué significa la protección contra escritura
Está protección ayuda a proteger el dispositivo de almacenamiento de cualquier accidente, de manera que pueda salvaguardar su contenido ni pueda ser modificado por terceros. En el caso de que nuestra tarjeta SD o memoria USB se encuentre protegida contra escritura, no podremos escribir ella, ni eliminar los archivos que contenga ni tampoco formatearla, por lo que se puede quedar inútil.
Hay que saber que no todos los dispositivos de almacenamiento de estas características disponen de este método de protección. Suele tratarse de un selector de reducido tamaño que muchas veces no vemos a simple vista. De ahí precisamente que por accidente en ocasiones lo hayamos activado y no podamos manejar ni trabajar con los datos que aquí teníamos almacenados.
Las posibles causas por las que esto sucede pueden estar relacionadas con:
- Está bloqueada por botón físico: este es un selector físico de reducidas dimensiones que no suele verse a primera vista y que bloquea la escritura de datos en el dispositivo en cuestión.
- Contiene sectores defectuosos: al igual que sucede con los discos duros convencionales, por diversas razones estos dispositivos de almacenamiento externo pueden contener sectores dañados que hacen que no podamos leer ni escribir datos.
- Contiene archivos o carpetas marcados como «Solo lectura»: este es un fallo más de los propios archivos que tengamos almacenados en el dispositivo, que, del hardware como tal, algo que podemos solucionar fácilmente desde el explorador de archivos de Windows
- Está dañada: de la misma manera que se puede dar con cualquier otro componente hardware de nuestro ordenador, la memoria USB o tarjeta SD puede estar dañada, lo que por supuesto no nos permite acceder a su contenido.
Sea cual sea el motivo por lo que esto sucede, vamos a ver diferentes formas que tenemos para poder eliminar esta molesta protección que nos impide realizar modificaciones en ella.
Cómo eliminar la protección
El uso de los habituales soportes físicos como los CDs y DVDs, han quedado muy atrás en el tiempo, aunque fueron elementos clave durante años, aunque en la actualidad todavía podemos encontrar tanto CDs como DVDs regrabables, aunque por su baja velocidad de escritura y lectura, no son una opción recomendable en la actualidad. Ahora, con el fin de transportar de manera cómoda todo tipo de carpetas y ficheros, son mucho más habituales las comentadas memorias USB. De hecho, en ciertas ocasiones almacenamos aquí contenidos realmente privados, importantes o sensibles, por lo que no poder acceder a los mismos se puede convertir en un grave problema, como es el caso que nos ocupa.
A pesar de que en la mayoría de las ocasiones usamos este tipo de dispositivos de almacenamiento en concreto para guardar fotos o vídeos, otras veces su uso es más profesional o privado. Esto quiere decir que aquí vamos a guardar archivos por ejemplo del trabajo que no deseamos bajo ningún concepto que se eliminen o modifiquen. De ahí precisamente que en ocasiones se establece un sistema de protección y bloqueo para evitar la modificación de los contenidos almacenados en el dispositivo de almacenamiento.
Pero también es verdad que en ocasiones nos podemos equivocar y activar este bloqueo de esta manera accidental, por lo que más adelante no tendremos la posibilidad de eliminar esos ficheros o añadir otros nuevos. Esto es algo que se hace extensible, tal y como os comentamos antes, a memorias flash USB o SD. Precisamente por todo ello a continuación os vamos a mostrar varios métodos para solventar este problema ante el que nos encontramos.
A continuación, vamos a ver diferentes formas que tenemos para poder acabar con la protección contra escritura de nuestra tarjeta SD o memoria USB.
Comprobar si la tarjeta SD está bloqueada con un interruptor físico
Uno de los aspectos que debemos de tener en cuenta es comprobar que la tarjeta de memoria no se encuentra protegida contra escritura. Tanto si es una SD como micro-SD debemos de fijarnos en un interruptor que suele estar situado en un lateral en modo lock o protegido. En caso afirmativo, este interruptor nos estará impidiendo que escribamos en ella.
Una vez finalizado ya podemos comprobar si podemos acceder con total normalidad y realizar modificaciones en ella.
Si, después de formatear, seguimos sin poder acceder a la unidad, todo apunta que la unidad tiene un problema físico que nunca vamos a poder arreglar a través de ninguna aplicación, por lo que debemos comenzar a pensar en comprar un reemplazo. Las unidades USB suele fallar más de lo cabría esperar, especialmente cuando se trata de unidades de fabricantes que solo conocen sus más allegados. En informática, si queremos evitar problemas de funcionamiento y rendimiento, es recomendable invertir siempre un poco más y confiar en fabricantes que llevan varios años en esta industria, especialmente cuando se trata de unidades de almacenamiento, ya que es la parte más importante de nuestro equipo, donde almacenamos todo el contenido que creamos y queremos mantener siempre disponibles.
Además, también debemos comenzar a utilizar alguna plataforma de almacenamiento en la nube para tener siempre a mano una copia de seguridad de todos los datos que queremos conservar y tenerlos siempre a mano, ya sea desde otro ordenador vía navegador o bien desde nuestro teléfono móvil o tablet. Así, evitamos llevar un USB encima con nuestros datos, datos que pueden llegar a malas manos y suponer un grave problema, si no encriptamos su contenido.
Usar el formateo rápido vs completo
A la hora de formatear una memoria USB o tarjeta SD, Windows nos ofrece dos opciones bien diferenciadas: el formateo rápido y el completo. Aunque pueda parecer igual salvo por la velocidad, la realidad es que tienen bastantes diferencias entre sí.
Por su parte, el formateo rápido borra la tabla de archivos. Esto hace que el sistema operativo «olvide» la ubicación de los datos. Pero no elimina los archivos en sí ni se encarga de comprobar errores. Por lo que estamos ante una opción muy optimizada de cara a vaciar el contenido de la memoria y luego volver a utilizarla. Eso sí, sin contar que haya errores físicos o partes dañadas.
En la otra cara de la moneda tenemos el formateo completo. Este es harina de otro costal, ya que se encarga de borrar todo de manera más profunda. No solo se encarga de eliminar todos los datos, sino que también escanea la tarjeta o memoria en busca de errores. Esto nos lleva a dos consecuencias lógicas: primero que es más lento que el formateo rápido y segundo, que también es más eficaz para las memorias con más errores. Incluso si la misma está protegida contra escritura, es capaz de derribar esa barrera.
Ahora bien, si el problema de tu USB o SD está relacionado con archivos que están dañados o con la imposibilidad de copiar datos, lo suyo es que utilices el formateo completo. Por contra, si lo único que quieres es reiniciar el dispositivo sin más, y sabes que no tiene ningun fallo, lo más viable es que hagas un formateo rápido.
Lo más productivo puede ser que pruebes primero con el rápido, y si ves que hay errores que no se van, pues opta por el completo. Sea como sea, eso sí, ten por seguro que cualquier contenido dirá adiós a tu memoria. Así que por si acaso, haz una copia de seguridad.