Cuando instalamos Windows en nuestro PC, muchas de las funciones que este sistema operativo trae consigo, vienen predefinidas por defecto. Pero claro, hay que tener en cuenta que muchas de estas pueden modificarse posteriormente. Y una de ellas es la ruta por defecto donde queremos que se guarden nuestros datos personales, como la música, los documentos, las fotos, las descargas y mucho más.
Por todo ello, a continuación, os vamos a mostrar la manera de cambiar las ubicaciones de almacenamiento que en principio vienen predeterminadas en Windows. Y es que se puede dar el caso de que, dependiendo del tipo de uso o datos, queramos almacenar estos datos en distintas unidades. Hay que tener en cuenta que, a priori, Windows guarda todos los tipos de datos con los que podemos tratar, en la misma unidad donde instalamos el sistema operativo. Es decir, en la unidad C.
Por ello, si queremos tenerlos mejor controlador y protegidos, os vamos a explicar cómo llevar todos los documentos ofimáticos, las imágenes, la música, los vídeos, las descargas, etc, a la unidad, y carpeta, que nosotros queramos.
Debemos tener en consideración que es extremadamente importante mantener una organización en los datos que almacenamos en nuestras unidades de disco del PC. Con el paso de los años cada vez trabajamos con una mayor cantidad de archivos y ficheros de manera local en nuestras unidades instaladas en el ordenador. Con el fin de poder ahorrar espacio en el futuro, es extremadamente importante que desde un principio mantengamos cierto orden a la hora de guardar determinados ficheros propios.
De manera predeterminada el propio sistema de Microsoft nos ofrece una serie de carpetas para ayudarnos en todo ello, pero en muchos casos hacemos caso omiso de las mismas. Este es un movimiento aceptable hasta cierto punto, siempre y cuando creamos nuestros propios directorios o carpetas personales para distribuir los ficheros que vamos a utilizar en el día a día ya sea por tipo o por entorno de trabajo.
Ventajas de guardar nuestros datos en distintas ubicaciones
Como no podía ser de otro modo, de forma predeterminada Windows nos muestra las unidades de disco que tenemos instaladas en el equipo, además de las particiones que están disponibles en el mismo en ese instante. Por tanto, para cambiar no tendremos más que situarnos en el correspondiente tipo de archivo y seleccionar la unidad o partición sobre la que deseamos volcar esos datos.
Eso sí, debemos tener en cuenta que este será un cambio permanente, pero que se hará efectivo a partir de ese momento, los anteriores seguirán en la unidad principal. Una vez que hayamos realizado los cambios, estos se guardarán y aplicarán de manera instantánea en Windows.
De igual modo debemos tener muy en consideración que si seleccionamos una unidad extraíble como un disco duro externo o memoria USB, no habrá problema alguno. Pero claro, es evidente que esta no es la mejor opción a no ser que la unidad en cuestión esté permanentemente conectada al ordenador.
Para terminar, os diremos que el correcto almacenamiento de datos nos servirá para poder gestionar de un modo mucho más efectivo es espacio disponible en las unidades. Es más, llegados a este punto podemos afirmar que, si desde un principio llevamos una correcta gestión y almacenamiento estructurado de los ficheros propios, a la larga esto nos permitirá ahorrar una buena cantidad de espacio en disco.
La principal razón de todo ello es que tendremos mucho más claro cuál es la información redundante de la que nos podemos deshacer, así como toda aquella de la que ya no vamos a hacer uso. En determinadas ocasiones esto puede significar un ahorro de hasta varias gigas en nuestros discos duros locales. Al mismo tiempo nos servirá para localizar y distribuir de una manera más ordenada los contenidos con los que trabajamos a diario, lo que será de agradecer en la mayoría de las ocasiones.
Si solo tenemos un disco duro, podemos crear una partición para el sistema operativo y otra donde almacenar todos los datos con los que trabajamos. De esta forma, si tenemos algún problema con el sistema operativo, no será necesario hacer una copia de seguridad de todos los datos, lo único que tendremos que hacer será formatear la partición en la que se encuentra Windows y volver a empezar de cero. Sin embargo, si el disco duro deja de funcionar, no solo vamos a perder el sistema operativo, sino que, además, también vamos a perder todos nuestros datos. Si el disco duro deja de funcionar, tanto la partición de Windows como la que utilizamos para guardar los datos dejará de funcionar. Afortunadamente, Windows mostrará una serie de síntomas que nos ayudarán a detectar rápidamente si el disco duro está a punto de dejar de funcionar para tener tiempo a reemplazar la unidad por una nueva y mover todos los datos.
Cambiar la ruta por defecto desde Configuración
Es por todo ello que, llegado el caso, el propio Windows nos permite cambiar y personalizar esas ubicaciones de disco por defecto, como os mostraremos a continuación. Esto por ejemplo se puede usar si disponemos de un disco SSD de poco espacio donde está Windows, además de otro disco HDD más lento, pero de mucha más capacidad. Así, es posible que nos interese guardar las fotos y los vídeos en el segundo y dejar el primero para el sistema.
Pues bien, todo esto es algo que vamos a lograr a través de la aplicación Configuración de Windows, a la que accedemos desde la combinación de teclas “Win + I”. Por tanto, a continuación, aparece la ventana correspondiente a esta funcionalidad integrada.
Además de tener nuestros datos siempre protegidos, también vamos a poder disponer de ellos desde cualquier lugar. Sin duda, una gran opción para salvaguardar nuestros datos que no podemos pasar por alto.
Google Drive
La plataforma de almacenamiento de Google también pone a nuestra disposición una aplicación similar a OneDrive, con la que podemos tener siempre a mano todos nuestros datos en el PC y en la nube sincronizados en todo momento. De esta forma, si el disco duro deja de funcionar, no vamos a tener que utilizar una aplicación para tratar de recuperar los archivos que se han perdido, tan solo tendremos que instalar nuevamente la aplicación Google Drive para Windows para poder tener a todos los archivos que teníamos en nuestro equipo. Google Drive, a diferencia de OneDrive, funciona como si de una unidad de almacenamiento se tratara, por lo que es muy sencillo acostumbrados a utilizarla.