Cuando hacemos referencia a un software, sea cual sea su naturaleza, uno de los primeros apartados que tenemos en consideración, después de conocer su tipo de uso y para qué está diseñado, evidentemente, es si es gratuito o por el contrario tenemos que pagar por él, es decir, si se trata de una versión comercial.
El segundo de los casos lo solemos tener bastante claro desde el principio, ya que sabemos que para hacer uso de ese título en concreto tendremos que hacer un desembolso económico, ya sea por
Aquí se establecen cuatro reglas de uso que básicamente son: que se puede usar con cualquier propósito, se puede estudiar su funcionamiento y modificarlo adaptándolo a nuestras necesidades, se puede distribuir libremente para ayudar a otros y se puede mejorar el programa además de hacer públicas esas mejoras con el fin de que toda la comunidad se beneficie. Llegados a este punto hay que tener cuenta un aspecto muy importante, el hecho de que hablemos de software libre y que sigue las normas comentadas, no quiere decir necesariamente que sea siempre gratuito, ya que podría conservar su carácter libre pero ser distribuido de manera comercial; ahí precisamente la diferencia fundamental entre las licencias gratuita y libre.
El software libre no tiene porqué se gratuito
Por otro lado, el código abierto u Open Source, es una licencia más enfocada hacia los beneficios que los s pueden obtener del hecho de tener al código fuente de las aplicaciones para su posterior mejora y actualización. Por lo tanto se caracteriza por compartir el código fuente del título, por lo que el proyecto siempre tendrá una tendencia a ir subiendo de calidad a medida que va pasando el tiempo, al menos en la teoría. Por lo tanto podemos llegar a la conclusión de que el software libre se centra más en las cuestiones éticas relacionadas con el mundo del software, mientras que el de código abierto prioriza el apartado técnico de la aplicación.
Además una herramienta perteneciente a la categoría de software libre puede obtener beneficios económicos en concepto de desarrollo y mantenimiento, siempre que se entregue la fuente, mientras que en el Open Source esto no es obligatorio; mientras que un software gratuito, no tiene que ser libre ni de código abierto.