Son muchas las novedades que se espera que lleguen a la primera de las dos grandes actualizaciones de Windows 10 que veremos este año, la Creators, aunque una de las que más se está hablando en los últimos días y que ya están empezando a probar los del programa Insider de Microsoft, es el nuevo sistema llamado Game Mode.
Se trata de un modo de funcionamiento que los s podrán activar a la hora de utilizar sus videojuegos favoritos para que el propio sistema optimice su funcionamiento interno y de ese modo se mejore el rendimiento del software lúdico en cuestión. Sin embargo y en contra de lo que se podía esperar en un principio de esta funcionalidad, lo cierto es que las primeras pruebas realizadas con el Game Mode han resultado un tanto decepcionantes, como ya nos comentaron desde ADSLZone hace unos días.
Sin embargo, antes de la llegada oficial a todos los s de este nuevo modo de funcionamiento para optimizar el rendimiento de los juegos en Windows 10, disponemos de otras alternativas desarrolladas por terceros que tienen el mismo propósito. De este modo y gracias a estos programas, tendremos la posibilidad de sacar el mayor provecho de nuestros videojuegos con el mismo equipo, ya que son precisamente estos los encargados de ajustar el sistema para que el rendimiento sea mayor de lo habitual, como en teoría hace Game Mode.
JetBoost
Esta primera propuesta es un software que se encarga de liberar recursos del sistema cerrando los procesos y servicios que trabajan en segundo plano y que son innecesarios. Así se logra ajustar el equipo para que funcione a su máximo rendimiento. Internamente analiza los mencionados procesos y servicios en ejecución y los agrupa en cuatro categorías para proporcionar al diferentes configuraciones de aceleración.
PGWARE GameBoost
Para terminar os hablaremos de una interesante alternativa que se encarga de realizar los procesos necesarios en el sistema Windows para que nuestros juegos de PC se ejecuten más rápido. Así aumenta los frames por segundo que lograremos alcanzar y optimiza el rendimiento tanto del PC como de la navegación por Internet.