La mayoría de nosotros en estos momentos, raro es el que no lo tenga, llevamos un dispositivo móvil en todo momento en el bolsillo. Pero estos no solo los usamos para hablar, sino que también navegamos por Internet, escuchamos música MP3, o hacemos fotos con los mismos, por lo que debemos tener cuidado con los metadatos.
Es más, en estos momentos se podría decir que uno de los modos de uso más comunes para estos productos móviles, es precisamente ese, el de hacer fotos. Una de las principales razones de todo ello es que los fabricantes de estos cada vez incluyen lentes y sensores de mayor calidad. En resumidas cuentas, mucha gente hace fotos constantemente para llevar a cabo múltiples tareas posteriores con las mismas.
A todo esto, le debemos sumar el hecho de que cada vez son más las aplicaciones y plataformas que tenemos a nuestra disposición para tratar con estos archivos en concreto. Al hablar de tareas que llevar a cabo con estas fotos, nos referimos a trabajos de retoque, conversión, edición, o sencillamente para compartirlas a través de Internet. Y es que igualmente cada vez es más habitual compartir o enviar online estas imágenes personales. Para ello usamos aplicaciones o servicios tales como el popular WhatsApp, Telegram, Facebook, Instagram, o sencillamente el correo electrónico.
Borrando esta información no solo haremos un poco más pequeñas las fotos antes de enviárselas a los demás, sino que también conseguiremos proteger mucho más nuestra privacidad. Nadie podrá obtener datos personales de ellas a través de estos metadatos.
Qué son los metadatos (EXIF)
Esto es algo que normalmente llevamos a cabo de manera totalmente inocente, pero debemos ser conscientes de que esto entraña algunos peligros. Estos vendrán relacionados con la privacidad y seguridad, todo ello debido a los metadatos que estos ficheros fotográficos normalmente contienen. Para aquellos que nunca hayáis oído hablar de estos elementos, cabe mencionar que se trata de una serie de datos internos que vienen asociados a un archivo. Cómo quizás ya sabéis, los mismos normalmente no están a la vista cuando abrimos un archivo de este tipo, o al menos no todos ellos. Sin embargo, esto no quiere decir que no estén almacenados junto a la imagen como tal.
Así, hay ciertos programas específicos que nos ayudan a visualizar estos metadatos de la manera más sencilla. Cierto es que, para un uso personal del archivo y su correspondiente contenido, esta información puede ser muy útil en determinadas circunstancias. Pero el problema viene cuando compartimos esas imágenes con otros, tanto conocidos como desconocidos, y esos metadatos se mantienen. Y es que los mismos llevan implícita una importante cantidad de información que en un momento dado nos puede causar algún problema. Es más, a medida que la tecnología de los productos de captura aumenta, la cantidad de información adjunta, también.
Sirva como ejemplo la enorme cantidad de metadatos que puede llevar implícita una foto que hayamos tomado desde el móvil. Aquí se incluye la ubicación exacta de donde fue tomada la foto, lo que no siempre gusta. Lo habitual es que no pase nada, pero para ser un poco más precavidos de manera sencilla, os vamos a ayudar en estas mismas líneas.
El riesgo de compartir fotos con metadatos
A la hora de compartir una foto nuestra dentro de las redes sociales, aplicaciones de mensajería o foros, estos metadatos pueden revelar mucho más de lo que imaginas. Y mucho de nuestra privacidad. Los metadatos (o EXIF, como venimos diciendo), contienen muchísima información clave de las fotografías que no son visibles a simple vista.
Y entre esta información tenemos la ubicación, la fecha, la hora, el modelo de cámara, e incluso el programa de edición con que se ha editado, si es preciso. Aunque esta información puede ser muy útil para nosotros, no lo es para ningún o de nuestras redes sociales o aplicaciones de mensajería, ya que supone una falta enorme de privacidad.
El principal peligro puede ser la localización geográfica. Si tanto tu cámara como tu móvil tienen activado el GPS a la hora de tomar una foto, cualquier persona que tenga a esa imagen puede saber el lugar exacto donde se hizo. Y aunque parezca tarea de hacker, no lo es. El peligro de todo esto es que puede ser explotado por algún extraño para rastrear tus movimientos, e incluso para geolocalizar tu domicilio.
Otro de los riesgos más asociados a esta información son los relacionados con la huella digital. Los metadatos dan información sobre nosotros en la red. Es decir, dice cuándo y dónde solemos hacer fotos, con qué dispositivo ha sido e incluso si ha sido editada. Esto se puede utilizar para hacer phishing de una manera más fehaciente, o para obtener nuestra información más sensibles.
Además de todo esto, los metadatos pueden incluso incorporar nuestro nombre de o las carpetas de nuestro PC por donde ha pasado la foto. Y no es descabellado que también posea información de nuestro sistema operativo. Así que te puedes imaginar qué ocurre si trabajar con documentos confidenciales.
Cómo eliminar los metadatos de las fotos
Existen diferentes formas que podemos encontrar para eliminar los metadatos de las fotografías. Ya sea desde el propio Windows o a través de programas de terceros, podemos realizar la labor en pocos pasos.
Desde Windows
Eliminar los metadatos es algo que podremos llevar a cabo desde el propio Windows. Por tanto, lo primero que debemos hacer para hacer uso de este sistema, es localizar y situarnos sobre la foto como tal. Entonces haremos clic con el botón derecho del ratón sobre la misma para seleccionar la opción “Propiedades” del menú contextual.
Pues bien, para modificar esta información, lo primero que hacemos es situarnos sobre el campo del dato que deseamos modificar. Entonces, al pinchar con el botón derecho del ratón sobre el mismo, seleccionamos la opción de “Add marked changeable fields”. Tras aceptar los avisos que aparecen en pantalla, ya podremos, en la parte inferior de la interfaz principal, modificar o borrar esos metadatos seleccionados, ya sea uno o varios.
¿Podemos estropear la foto?
Una de las preguntas que nos pueden venir a la mente cuando vamos a realizar un cambio como este en una foto es ¿podemos tener problemas? La verdad es que es muy complicado que, por borrar los metadatos, podamos estropear la foto. Podría ocurrir si, por ejemplo, los eliminamos de un fichero RAW, donde se guarda toda la información relacionada con el color, brillo y demás información que se ha capturado por la cámara ya que esa es la información que almacena los valores del tiempo de exposición y abertura del diafragma para permitir modificar esos valores posteriormente. Pero, en cualquier JPEG o PNG, no vamos a tener ningún problema.
Los metadatos de una imagen no son más que datos relacionados con la cámara, la localización y los parámetros utilizados por la cámara, por lo tanto, si los eliminamos, la calidad de la foto no se verá afectada en ningún momento. Los metadatos de una fotografía son como los comentarios de las publicaciones en internet, complementan la información (siempre y cuando sean constructivos) sin modificar la información que se muestra.
De todas formas, como siempre recomendamos, nunca está de más hacer una copia de seguridad de los datos más importantes. Esta copia de seguridad nos va a ayudar a que, si nosotros hemos metido la pata, o el programa ha funcionado mal, podamos recuperar la foto original. Además, podemos guardar esta copia de la original, con sus metadatos, en nuestro ordenador para poder tener a mano los datos para que, en caso de quererlos consultar en un futuro, podamos hacerlo.
Si tenemos en cuenta que la mayoría de los s utilizamos un dispositivo móvil para hacer fotografías y compartirlas, si queremos evitar que en alguna ocasión se nos olvide eliminar los datos de la ubicación de imagen, lo mejor que podemos hacer es desactivar la función de la cámara que permite añadir la ubicación a todas y cada una de las capturas y fotografías que hagamos. Podemos desactivar esta función directamente desde las opciones de la cámara tanto en iOS (desde General – Cámara) como en Android a través del apartado Aplicaciones seleccionando la aplicación que utilicemos con la cámara.