Windows 10 no llegó con buen pie al mercado. Lo mismo sucedió con Windows 11. Con cada nuevo lanzamiento de una versión de Windows, muchos son los s expresan su malestar ante los cambios en diseño y funcionalidades. Sin embargo, conforme van pasando los meses, las quejas desaparecen y, la nueva versión de Windows disponible va haciéndose con la cuota de mercado de la versión anterior.
Si queremos mejorar en la medida de lo posible, el rendimiento de nuestro equipo para que de lo máximo de si, sin vernos obligados a realizar ningún tipo de inversión económica, podemos optimizar el funcionamiento de Windows siguiendo los consejos que os mostramos a continuación.
Básicos para optimizar Windows
Es por ello que a continuación os vamos a hablar de una serie de pasos que podéis llevar a cabo con el fin de optimizar esta versión del sistema. Con todo ello lo que vamos a lograr, poco a poco, es acelerar su funcionamiento. Al mismo tiempo, en determinados casos lograremos que esta versión del software de Microsoft funcione mejor en equipos más antiguos o con especificaciones un tanto más reducidas.
Antes de llevar a cabo los pasos de los que os vamos a continuación, es recomendable probar un par de acciones básicas para mejorar el rendimiento de Windows. Lo primero de lo que os hablamos, es de reiniciar el equipo cada cierto tiempo. Esto ayuda a mantener en sistema un poco más optimizado, aunque sea de manera temporal. Asimismo, pasar el antivirus que tengamos instalado en el equipo, también podrá ser de mucha ayuda. Y es que sin que nos demos cuenta, algún tipo de malware puede haber infectado el sistema operativo y afectando a su rendimiento. De hecho, si este se ve seriamente perjudicado en un momento dado y sin razón aparente, algún tipo de malware suele ser una de las principales razones.
Actualizar el sistema operativo Windows
Esta es una opción que igualmente se podría considerar como básica a la hora de mejorar y optimizar el funcionamiento del sistema operativo. Y es que la propia Microsoft envía cada cierto tiempo parches y actualizaciones que llegan de manera directa a Windows. El cometido de estos elementos puede ser de lo más variado, a veces tan solo corrigen fallos, y otras veces nos traen nuevas funciones o mejoran el sistema operativo en general.
Esto además es algo que podemos llevar a cabo de manera sencilla, todo ello desde la aplicación de Configuración de Windows. A la misma accedemos con la combinación de teclas Win + I, para después situarnos en el apartado de Actualización y Seguridad. En ese momento ya nos encontramos con la función de Windows Update que empezará a buscar nuevas actualizaciones si es que las hay disponibles.
Elimina programas del Inicio de Windows
Uno de los principales problemas que encontramos al arrancar el sistema operativo de cero, son los programas que se inician con el mismo. Estos ralentizan en gran medida inicio del PC como tal. De hecho, este es uno de los motivos por los que Windows puede parecer lento de lo que realmente es. Y es que, si tenemos demasiados programas ejecutándose en segundo plano, estos impiden que el equipo funcione con mayor fluidez.
Pero esto es algo que podemos solucionar fácilmente. Lo primero que haremos será acceder al de tareas mediante el uso de la combinación de teclas Ctrl + Shift + Esc. En el caso de que ese elemento se inicie como en su versión compacta sin pestañas, haremos clic en Más detalles de su parte inferior.
Para cambiar las horas de ejecución automática de todo esto, basta con que pulsemos en Cambiar la configuración de mantenimiento para establecer otra hora. Todo con el fin de que el propio Windows se encargue de mejorar su rendimiento.
Cuidado con el antivirus
Los antivirus son programas que se cargan automáticamente al inicio de Windows y quedan en ejecución hasta el final. Además, están analizando constantemente el ordenador, y todo lo que hacemos. Por tanto, consumen recursos. Dependiendo de la marca de antivirus que usemos, puede que nuestro PC vaya más o menos lento. Windows Defender es un antivirus más que suficiente para protegernos mientras estamos conectados a Internet. Y su impacto sobre el rendimiento del sistema operativo es mínimo, por lo que, a no ser que tengamos unas necesidades muy especiales que no contemple Defender de Microsoft, es recomendable optar siempre por la solución de Microsoft, especialmente cuando se trata de equipos poco potentes.